Los reyes de la industria aeroespacial

FT Mercados

Querétaro, Nuevo León y Baja California se han posicionadocomo los líderes en el desarrollo de este sector.

En Quéretaro se ubica TechOps de Aeroméxico para darle mantenimiento a su flota (Nelly Sala).
Leonardo Peralta
Ciudad de México /

Un mexicano vuela sin pagar su boleto en las líneas aéreas Aeroméxico, American Arlines o Lufthansa. Pero no es un polizón, sino el carrito de servicio que lleva alimentos, bebidas y productos duty free, diseñado y manufacturado por la empresa Innocentro Aeroespacial, ubicada en Mexicali, Baja California.

 Esta compañía es parte de la creciente industria aeroespacial mexicana que ha echado raíces en distintas regiones del país y que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los primeros 10 meses de 2018, manufactura en bienes y servicios más de 10,500 millones de pesos.

La industria aeroespacial es una de las más sofisticadas que existen, en virtud de la extrema precisión de las piezas que se requieren para el ensamblaje de aeronaves, así como la alta capacitación del personal que labora en ella.

 La industria aeroespacial de México gira principalmente en torno a las operaciones de manufactura, pero la competencia global en el sector es incesante.

 De acuerdo con el estudio de la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) publicado en septiembre pasado, sobre la competitividad de más de 200 países en el sector aeroespacial, el país se encuentra en el lugar 38 por su atractivo para la industria, detrás de países como Chile, en América; Rumania, en Europa y Tailandia, en Asia.

Por ello, el siguiente paso es incursionar en procesos de diseño de piezas y de sistemas, algo que Innocentro Aeroespacial ha estado realizando desde hace años. “Hemos desarrollado nuevos trolleys (carritos) usando materiales compuestos”, dice Roberto Corral, director general de la compañía.

 De hecho, en el país existen laboratorios y centros de diseño del más alto nivel, “Algunas empresas del sector poseen laboratorios para el diseño de sistemas de comunicación y unidades de potencia de grandes aviones de pasajeros”, menciona Luis Lizcano, director general de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).

 La Federación agrupa a empresas que laboran en este sector. “Participar en la manufactura de un avión requiere que virtualmente todas las piezas, los procesos y el personal tengan certificaciones en ISO. Además deben estar avalados ante autoridades como la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos (EU)”, menciona Lizcano.

 Por ello, la cantidad de empresas que se dedican a este sector es, aparentemente, pequeña: 116 unidades económicas, de acuerdo con el Directorio Nacional de Unidades Económicas del INEGI, aunque la Femia estima que existen hasta 360 instalaciones que realizan algún tipo de manufactura para el sector aeroespacial.

Lizcano señala que “además de las compañías en este sector, existen otras dedicadas a la manufactura automotriz o al sector de petróleo y gas, que desarrollan habilidades suficientes e incursionan en este mercado”.

El sector aeroespacial, a diferencia de otras áreas de manufactura, como la automotriz, no depende de grandes centros industriales o la cercanía de los mercados consumidores, “Se piensa que las piezas de un avión son enormes, pero en realidad son ensamblajes pequeños que se manufacturan en instalaciones de tamaño regular”, dice Lizcano. 

Aunque en el país se ubican centros de manufactura para empresas como Bombardier, que fabrica partes sustanciales para el fuselaje de sus aviones de pasajeros modelo Global series 7000 y 8000.

Se posicionan los estados 

Este sector, a diferencia de casi todos los demás, no tiene presencia en la Ciudad de México, sino que 80% de las unidades economicas se concentran en Baja California, Chihuahua, Sonora, Querétaro y Coahuila. El factor clave que atrae a las empresas del sector aeroespacial es la cercanía de talento especializado. 

Eugenio Marín, director para el sector aeroespacial de TechBA, aceleradora de compañías tecnológicas, dice que “el talento en la industria va desde técnicos especializados, como soldadores para piezas de avión y operadores de máquinas de control numérico de alta precisión, hasta ingenieros mecánicos y químicos con conocimientos para el tratamiento de superficies expuestas a condiciones de vuelo”. 

Esto explica, en parte, que Innocentro Aeroespacial se ubique a pocos metros de la frontera con EU. Por una parte responde a la cercanía con el país vecino, de acuerdo con Roberto Corral, director general y vicepresidente de la empresa.

 “Mexicali tiene una larga tradición de manufactura aeronáutica y sabemos que hace 50 años se instaló la primera fábrica del ramo aquí. Por ello, nosotros estamos en esta localidad desde 2002, cuando la empresa comenzó como una subsidiaria de una compañía holandesa de cocinas y carritos para aviones de pasajeros”, dice Corral. 

No es coincidencia que 11 empresas de este sector están ubicadas en Mexicali.

La educación, una aliada 

La entidad que más lejos llevó su iniciativa para desarrollar talento para la industria fue Querétaro, que creó una institución educativa superior, la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), para capacitar personal hacia el sector aeroespacial.

 “La UNAQ se creó como organismo público desde 2007, pero el origen de la institución se gestó a mediados de 2005, cuando el gobierno del estado de Querétaro, respaldado por el gobierno federal, participó en una contienda internacional con el objetivo de cautivar el interés de Bombardier Aerospace”, indica la institución educativa en su página web.

En la actualidad, la universidad ofrece tres programas de ingeniería, tres de técnico superior universitario, un posgrado y seis especialidades, todos en temas relacionados con la industria aeronáutica.

 En 2004, Querétaro no registraba empresas de manufactura de equipo aeroespacial y para 2014, año del más reciente Censo Económico realizado por el INEGI, ya existían 14 empresas del sector que empleaban a más de 4,300 personas.

El Dato.

38

es el lugar que ocupa México en competitividad en el sector aeroespacial.


 El caso de Querétaro no es el único, a decir del directivo de TechBA, ya que “en el caso de la industria aeroespacial, el principal capital es el talento humano, por lo que la vinculación entre la industria y el sector educativo, es quizá, la mejor herramienta para atraer inversiones”.

 De acuerdo con Luis Lizcano, de FEMIA, en diversos estados del país las instituciones educativas locales realizaron esfuerzos para desarrollar el talento necesario en esta industria. 

“En Baja California, la Universidad Autónoma del estado; en Nuevo León, el Tec de Monterrey junto con la Universidad Autónoma de Nuevo León, así como los institutos vertebrados a través del Tecnológico Nacional de México, desarrollaron todo tipo de talento adecuado para esta industria”. Incluso las pequeñas escuelas técnicas del país se vinculan rápidamente con el sector. Eugenio Marín de TechBA, menciona que “los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI) de la Secretaría de Educación Pública son los que más rápido se integraron y adaptaron a las necesidades de la industria, desarrollando técnicos especializados”.

Estados especialistas 

El norte del país y de Querétaro se han afincado como los grandes centros de tecnología aeroespacial México, pero nuevas regiones buscan subirse a esta área de manufactura de la mano de proyectos como el Centro Regional de Innovación y Desarrollo Espacial (CRIDE), en el municipio de Atlacomulco, en el Estado de México. 

Sin embargo, a decir de Eugenio Marín de TechBA, “la capacidad de los gobiernos locales para vincularse con las empresas de este sector, así como el educativo, serán elementos clave para que más empresas del sector aeroespacial afinquen en nuevas regiones del país”, puntualiza. 

Para Innocentro Aeroespacial, su crecimiento está en la diversificación hacia otras industrias, "el conocimiento que desarrollamos para esta industria lo aprovechamos para integrarlo a nuevos productos como cabinas para trenes de pasajeros; el conocimiento y las habilidades que el trabajo nos ha proporcionado son una gran plataforma para nuevos sectores", dice el directivo Roberto Corral.

 Entretanto, los productos, de Innocentro Aeroespacial como los de otras empresas mexicanas, ya están surcando los cielos del país y del mundo entero.

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