Canadá comparte las preocupaciones de Estados Unidos respecto a las políticas de México de prohibir el maíz genéticamente modificado (GMC) o transgénico en las tortillas, al considerar que no está basada en ciencia y acompañará, como tercera parte, el panel de solución de diferencias solicitado por Washington para dirimir el conflicto.
Tras meses de consultas formales infructuosas en el marco del acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, Estados Unidos llevó la semana pasada su disputa con México sobre el maíz genéticamente modificado (GMO) al siguiente nivel solicitando el panel, que deberá resolver sobre el tema el próximo año.
Washington alega que el decreto de México que prohíbe el maíz transgénico utilizado en masa y tortillas para el consumo humano no se basa en ciencia y viola sus compromisos en el TMEC, en marcha desde 2020.
La ministra de Comercio, Mary Ng, y el ministro de Agricultura, Lawrence MacAulay, dijeron en un comunicado que Canadá "comparte las preocupaciones de Estados Unidos de que México no cumple con las obligaciones científicas y de análisis de riesgos" bajo el capítulo de medidas fitosanitarias del T-MEC.
"Canadá cree que estas medidas no cuentan con respaldo científico y tienen el potencial de perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano", añadió el documento.
México asegura que su política está basada en ciencia.
La secretaria mexicana de Economía, Raquel Buerostro, dijo esta semana a Reuters que el país latinoamericano descarta nuevas modificaciones al decreto, tras las realizadas a mediados de febrero, en las que permitió el uso de maíz GMO para consumo animal y la elaboración industrial de alimentos para personas.
México elabora las tortillas, alimento básico en la dieta de su población, con maíz blanco no transgénico, pero compra anualmente unos 5 mil millones de dólares a Estados Unidos, la mayor parte grano amarillo transgénico para alimento de ganado.
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El 13 de febrero de 2023, México emitió un decreto presidencial que prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado en tortillas y masa y declara la intención de sustituir gradualmente el uso de maíz biotecnológico en todos los productos para consumo humano y alimentación animal.
Ante eso, el 9 de junio, el gobierno de Canadá emitió un comunicado anunciando que Canadá participaría como tercero en las consultas de solución de disputas con México iniciadas por Estados Unidos bajo el tratado.
Por su parte, Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), afirmó a MILENIO que era de esperarse que Canadá se sumara al panel contra México, ya que hasta julio de este año se importaron de ese país 106 mil 663 toneladas de maíz amarillo y 641 mil 262 toneladas de canola, una semilla genéticamente modificada. En 2022, de canola, México importó un millón 137 mil toneladas.
"Son productos genéticamente modificados y ellos se adhieren a que México no está demostrando científicamente que el maíz transgénico causa daños a la salud, y se están adelantando a que posiblemente se amplíe a la canola", aseguró.
De acuerdo con el GCMA, el valor de lo importado a julio de este año por la canola es de 457 millones de dólares, mientras que por el maíz amarillo son 33 millones.
MRA/EDD