Para la primera directora general de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), María Ariza, crecer profesionalmente en un mundo de hombres no ha sido fácil, pero pasados los años se siente muy cómoda de poder levantar la voz. Dice que para contrarrestar la carga laboral gusta de hacer ejercicio y convivir con su familia.
¿Cómo es trabajar en un mundo que por muchos años era solo de hombres?
Fácil no ha sido. Tengo una familia y un proyecto personal que para mí es prioritario, que son mis hijas y esposo, aunado a un contexto que de por sí es complicado, ¡imagínate! Ahora súmale a toda esta sopa el hecho de que estés bien solita, de este lado no ha sido sencillo. Durante mucho tiempo fue un camino de mucha soledad y de muchos juicios tanto en la parte profesional, como en la personal. Es como si mis decisiones parecieran no darle beneficio a mi familia, porque dejo a mis hijas, viajo y las desatiendo.
¿Cuándo comenzaron a cambiar las cosas?
Desde hace tres años para acá he tomado las cosas con diferente perspectiva y no porque yo haya cambiado, sino porque creo que llegué a un momento de mi vida profesional en donde me siento más segura. Viví 20 años de crecimiento muy difíciles y entonces dije: hoy tengo esta oportunidad y tengo un espacio de liderazgo más visible y entonces me comprometo a usarlo en beneficio de otras mujeres.
¿Cómo te sientes?
Ahora me siento muy contenta y cómoda, porque puedo hablar fuerte, porque puedo pedir cosas y puedo darle a mi equipo, al menos en Biva, cosas que tal vez yo no viví y eso me hace sentirme contenta. Me siento responsable por el puesto que tengo, no nada más por el tema de la bolsa (de valores), sino también con el tema de género, porque si lo hago bien creo que puedo generar mayores espacios y mayores oportunidades para otras mujeres que vienen después. Estoy comprometida, estoy enfocada, con muchísima energía, intentando hacer mi mejor esfuerzo y mi mejor papel.
¿Qué tanto te apoya tu esposo?
La verdad es que ha sido un proceso de aprendizaje para los dos, creo que para él también. Imagínate tener una esposa en una industria de hombres, donde estoy rodeada de hombres. Para él tampoco fue fácil, yo me imagino, porque estamos en una cultura machista, en una cultura donde eso no se ve bien; creo que ya hemos sabido adaptarnos, es una persona muy buena, un padre espectacular, es una persona que ha sabido acompañarme con todos los procesos difíciles que he vivido y con los procesos difíciles que él ha enfrentado, hemos sabido adaptarnos y ahí la llevamos.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Me encanta hacer ejercicio en las mañanas. Todos los días hago ejercicio, me levanto a las 5 de la mañana. Si no hago ejercicio todo el día estoy pensando a qué hora lo haré. Entre semana me voy al gimnasio, pero los fines de semana me gusta estar afuera y hago ciclismo, corro, ando en bici de montaña, camino mucho en compañía de mi familia, me llevo a mis hijas.
“También soy muy amiguera, la verdad es que disfruto mucho irme a comer o cenar con mis amigos; los fines de semana también ocupó mucho de mi tiempo libre buscando conservar la amistad y así crear otras. Disfruto mucho estar con mis papás y mis hermanas, somos una familia muégano. Casi todos los fines de semana intentamos vernos todos o al menos estar en el chat. Disfruto leer, cuando tengo tiempo de silencio que es en las noches. Me gusta leer estudios para saber de algo o novela histórica, porque aprendo de otras culturas, de lo que pasó en otros países o de lo que ha sucedido en la historia de México, pero dentro de un contexto de novela que lo hace más sabroso.
¿Qué te gustaría que las mujeres que lean esta entrevista sepan de ti?
Me gusta decirles que yo soy una mujer como ellas, en realidad yo soy cualquiera de las mujeres que me está leyendo. Hay veces que cuando uno piensa: así es María, tal vez pareciera que no somos semejantes o que tuvimos una vida distinta y no, yo tuve exactamente la misma vida que muchas de las personas que me están leyendo.
“Estudié una carrera, me preparé y empecé a trabajar; la pasé difícil porque me costó trabajo. Me cuesta trabajo llevar mi casa, pues es difícil despertarme, son muchas cosas que me hacen muy parecida a todas las mujeres, la única diferencia es que cuando me han invitado hacer algo, cuando me han propuesto o cuando he visto que hay espacios, le apuesto y digo que sí.
“Mi consejo es: tengan confianza en sí mismas, no es receta, no hay camino corto, por supuesto que no es fácil, se va a sufrir, pero siempre di que sí, aprovecha, arriésgate y no te vas arrepentir”.