Mayoristas del Valle de México, la esperanza de los productores de flor de cempasúchil

Hasta ahora no han llegado a Doxey para hacer sus compras, por lo que los campos se encuentran casi llenos de flor

Blanca Patricia Jiménez López y Moisés López Olivares, agricultoras de Tlaxcoapan. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Tlaxcoapan /

Si los compradores mayoristas del Valle de México y su zona metropolitana no arriban a los sembradíos de la comunidad Doxey, en Tlaxcoapan, Hidalgo, entre hoy y mañana para comprar flor de cempasúchil a los productores, habrá pérdidas considerables pues difícilmente se podrá colocar en la zona Tula-Tepeji toda la flor sembrada este año.

Blanca Patricia Jiménez López y Moisés López Olivares, de 44 y 40 años de edad, respectivamente, son productores de flor de cempasúchil en la comunidad Doxey; este año sembraron solo media hectárea, por lo de la pandemia de covid-19, enfermedad por provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.


En su media hectárea de milpa sembraron distintos tipos de flor, entre ellos el cempasúchil, la manita de león, los besos, las crisalias, con la esperanza de que a pesar de la pandemia las ventas fueran buenas y les permita por lo menos recuperar la inversión.

Hasta ahora, sin embargo, los compradores mayoristas procedentes principalmente de la Ciudad de México y el estado de México no han llegado a la comunidad para comprar la flor que se comercia en los mercados del Valle de México.

Ésa era su gran venta; hace un año, en estas fechas muchas milpas ya estaban con poca flor en existencia, pues el producto se encontraba en los mercados de la Ciudad de México. La pandemia de covid ocasionó que este año las expectativas se redujeran, hubiera menos producción, y por ello el panorama de ventas no es muy favorable.

“Casi todas las milpas están completas, los años anteriores llegaban muchos mayoristas y las milpas ya estaban vacías, pero ahorita se ve que no”, expresó López Olivares, mientras contempla las milpas que tiene frente a la suya, casi intactas.

En su media hectárea tienen invertidos entre 16 y 20 mil pesos, por lo que necesitan vender la mayor cantidad posible de flor para al menos recuperar la inversión; de lo contrario se perderá la inversión, pues dice que si no asisten los compradores, ni rematada saldrá la flor. Es un malo año para ellos, dice.

Durante el 2020 la enfermedad de covid ha dejado afectaciones en el campo; ellos se dedican durante el año a la siembra de diversos productos y en todos ellos han registrado mermas, porque las ventas, la demanda, han disminuido. Cilantro, maíz, calabaza, en todo ha repercutido la pandemia.

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