Apple y Alphabet toman enfoques diferentes en sus esfuerzos para revolucionar la atención de salud, mientras médicos, compañías farmacéuticas y reguladores recurren a Silicon Valley para reducir los costos de los ensayos clínicos.
Después de que Apple presentó resultados mixtos de un estudio, que demostró que el Apple Watch podría utilizarse para detectar problemas cardíacos, Verily —al igual que Google, una filial de Alphabet— muestra más apertura sobre sus propios esfuerzos para brindar rigor científico al uso de dispositivos portátiles (wearables), para diagnosticar problemas de salud y probar tratamientos.
Jessica Mega, directora médica de Verily, dice que se encontraba en un punto de inflexión en la capacidad de almacenar y procesar grandes cantidades de información, que podría transformar los ensayos clínicos y, al final, cuánto entendemos sobre la biología humana.
La cardióloga y exinvestigadora de ensayos clínicos dijo que los wearables, como Verily Study Watch pueden recopilar muchos más datos de los que se podrían encontrar dentro de una clínica, descubriendo muchos más al evaluar a los participantes de forma continua.
“Actualmente tenemos algunos gigabytes de datos de salud por persona, los cuales podrían a convertirse en terabytes en el futuro. Tenemos que pensar en estudios rigurosos para averiguar qué señales importan”, menciona.
A diferencia del Apple Watch, el Study Watch de Verily se diseñó específicamente para ensayos y los organizadores de las pruebas se los dan a los participantes.
Verily recientemente amplió su iniciativa Project Baseline, una asociación con la Universidad de Duke y Stanford Medicine, que recopila datos de salud de más de 10,000 personas que utilizan el Study Watch, así como métodos tradicionales, para descubrir pistas que puedan predecir enfermedades.
El Dato.65,000 mdd
es el valor de mercado de los ensayos clínicos
Ahora, en asociación con la American Heart Association, abre un registro de mujeres que desean participar en ensayos clínicos y probar nuevas tecnologías. Las grandes empresas y startups de tecnología compiten para revolucionar un mercado de ensayos clínicos con valor de 65,000 millones de dólares (mdd), de acuerdo con CB Insights.
Los ensayos casi siempre son esenciales para la aprobación regulatoria de nuevos tratamientos; sin embargo, el proceso puede tomar un promedio de 7.5 años y tener un costo de hasta de 2,000 mdd por medicamento, de acuerdo con una firma de investigación.
Los reguladores, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés), impulsan una mayor colaboración e intercambio de datos y la adopción de nuevas tecnologías. En un esfuerzo por reducir los costos, las empresas farmacéuticas y de biotecnología se asocian con firmas tecnólogicas para acelerar el proceso.
Amgen, una empresa de biotecnología de EU, utiliza la inteligencia artificial para mejorar la planeación de los ensayos, por lo que no pierde tiempo y dinero para establecerlos en lugares donde habrá pocos participantes.
De acuerdo con un estudio que realizó Cognizant, alrededor de 80% de los ensayos no cumple con los plazos de inscripción, y un tercio de las interrupciones de los estudios clínicos en la Fase III se debe a dificultades de inscripción.
Amgen utiliza la inteligencia artificial existente de grandes proveedores de la nube, como Google y Amazon, para analizar sus datos de prueba anteriores. En los últimos cinco años, ya logró reducir tres años del tiempo que toma llevar un medicamento al mercado desde la etapa de investigación, el cual tiene un promedio de 10 a 15 años.
En el Apple Heart Study, que anunció sus resultados preliminares el mes pasado, se sugirió que los wearables podrían utilizarse para llegar a cientos de miles de participantes. Por su parte, Lloyd Minor, decano de la Escuela de Medicina de Stanford, dijo que el estudio completamente virtual fue un “gran avance en la salud digital... la tecnología influyó e impactó en todos los sectores de la economía, excepto en la atención de salud. Ahora estamos en una posición para poder alcanzarlos”.
El hecho de que las grandes empresas o startups de tecnología ganen la batalla para transformar los ensayos clínicos depende de su alcance, datos y capacidad para reclutar empleados con la experiencia para separar las señales del ruido.
Verily, de Alphabet, presenta el argumento de que puede ser un ganador al diseñar su dispositivo específicamente para pruebas, en lugar de ser un producto de consumo con menos supervisión sobre quién lo usa y cuándo.