Las mercaditas feministas son una expresión de protesta contra la violencia económica hacia las mujeres, y por este motivo cada vez son más los espacios de este tipo que se abren en la región de Tula, aunque hay acoso de las alcaldías hacia estas iniciativas.
Consultadas por MILENIO, feministas que promueven estos espacios señalaron que “el proyecto de las mercaditas tienen como propósito el crear espacios seguros y separatistas para las mujeres, para que puedan ejercer una economía autónoma y crear oportunidades para trabajar”.
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Consideraron importante que mediante estos espacios las mujeres pueden “generar ingresos para combatir la violencia económica que sufren a partir de que no ganan lo mismo que los hombres en puestos de trabajo, además de que es más difícil que se les otorguen a las mujeres oportunidades de empleo”.
En este contexto, dijeron, surgen las mercaditas, que “son espacios gratuitos pues no se cobra derecho de piso, libres y seguros para que las mujeres puedan llevar su mercancía, cosas de segunda mano o todo lo que deseen vender, y así generar un ingreso, ganancias, las cuales pueden administrar para que no tengan que depender de nadie”.
Aclararon que “las mercaditas son lugares exclusivos para que vendan mujeres, pero pueden acercarse a comprar los pobladores en general, pues son espacios amigables” y destacaron que la respuesta ciudadana es buena, por lo que ya hay mercaditas los miércoles en el parque Fray Diego de Rodríguez, en Atitalaquia; los viernes frente al teatro al aire libre de Tlaxcoapan; los sábados en las canchas de basquetbol de Atotonilco de Tula, frente al teatro al aire libre de Tula de Allende, y en el centro de Huehuetoca, estado de México; y los domingos en Tepeji del Río; todas desde las 9 de la mañana, a excepción de Tula en donde comienza a las 11 horas.
Al tiempo que puntualizaron que estos espacios son de protesta y no simples tianguis, por lo que a las participantes, o a quienes deseen incorporarse, se les pide que además de su mercancía lleven carteles de protesta para reivindicar la lucha feminista.
Acusaron que ante el surgimiento de estos espacios las alcaldías han emprendido hostigamientos hacia las participantes, pues los gobiernos envían en los días de venta a personal de servicios para limpiar los espacios o sólo para fustigarlas; retiran los carteles de promoción de estos espacios; o a través de las áreas de reglamentos las hostigan con la intención de regular las mercaditas y cobrarles derecho de piso, algo contra lo que, dijeron, precisamente están luchando.