Un tribunal de Moscú rechazó un recurso presentado por Meta Platforms tras ser declarada culpable de "actividad extremista" en Rusia, informó la agencia de noticias TASS.
Rusia restringió el acceso a las plataformas insignia de Meta, Facebook e Instagram, así como a la red social Twitter, tras el envío de decenas de miles de tropas por parte de Moscú a Ucrania el 24 de febrero, una medida que los críticos han considerado un esfuerzo de Rusia por ejercer un mayor control sobre los flujos de información.
Ya en marzo, Rusia dijo que su decisión sobre el extremismo no afectaría al servicio de mensajería WhatsApp de Meta, centrándose en cambio en Facebook e Instagram.
Meta no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios por correo electrónico. La abogada Victoria Shakina declaró en marzo ante un tribunal que Meta no realizaba actividades extremistas y que estaba en contra de la rusofobia.
En un principio, Rusia prohibió Facebook por restringir el acceso a los medios de comunicación rusos, mientras que Instagram se convirtió en objetivo después de que Meta dijera que permitiría a los usuarios de las redes sociales en Ucrania publicar mensajes que instaran a la violencia contra el presidente ruso Vladimir Putin y las tropas que Moscú envió allí.
Posteriormente, Meta ajustó sus directrices para prohibir los llamamientos a la muerte de un jefe de Estado y dijo que sus reglas nunca deberían interpretarse como una aprobación de la violencia contra los rusos en general.
Rusia también se ha opuesto al tratamiento que las plataformas extranjeras dan a sus propios medios de comunicación, algunos de los cuales llevan la etiqueta de "controlados por el Estado". El regulador estatal de las comunicaciones, Roskomnadzor, también ha multado regularmente a las empresas de redes sociales que no eliminan los contenidos que Rusia considera ilegales.
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Un abogado que representaba a Meta dijo al tribunal que negarse a bloquear el acceso a los contenidos y etiquetar a los medios controlados por el Estado no eran actividades que se calificaran de extremistas, según un reportero de Kommersant presente en la sala.
Reuters no pudo verificar de forma independiente esa versión y el abogado no pudo ser localizado inmediatamente.
IPM