Dígase huracanes, inundaciones, incendios o terremotos, los fenómenos naturales no pueden preverse, por lo que los bienes patrimoniales se encuentran considerablemente expuestos a siniestros que pueden causar costos considerablemente altos.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), solo 6.5 por ciento de las viviendas en el país cuentan con un seguro voluntario y 20 por ciento tiene un seguro ligado al crédito hipotecario.
Ante un siniestro de ese tipo, el seguro de daños puede servir como una herramienta de protección clave para el cuidado de los bienes muebles e inmuebles que constituyen el patrimonio, ya que, en caso de presentarse situaciones de riesgo, como un evento natural, que cause daños, la póliza brindará el respaldo financiero para poder hacerle frente.
Germán Aguado, director de Seguros de Autos y Daños de GNP, explicó que esta protección dependerá de las coberturas básicas o complementarias y servicios contratados, de ahí la importancia de conocer y entender al momento de la contratación las coberturas y alcances de la póliza, así como tener conciencia del tipo de riesgos al que está expuesto el inmueble por su ubicación y características.
A esto hay que sumar que el calentamiento global trae como consecuencia una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, en este sentido, de acuerdo con cifras de la AMIS, México ocupa el lugar 23 entre los países con mayor riesgo.
Al respecto, Aguado señaló que se necesita un crecimiento en el sector para brindar protección, tanto a las casas habitación como a las pequeñas y medianas empresas, ante los riesgos que puedan generar los fenómenos naturales.
“En GNP nuestro compromiso es acercar información sobre la protección y coberturas que brinda este tipo de seguros para que las familias y dueños de Pyme puedan determinar la protección que necesiten de acuerdo a sus necesidades y nivel de exposición a riesgos”, dijo.
Agregó que 90 por ciento de los siniestros reportados a GNP relacionados con cambios ambientales (lluvia, inundación, granizo, vientos tempestuosos) se registran en CdMx, Tabasco y Sonora: “No obstante, hoy no podemos pasar por alto las recientes granizadas ocurridas en Guadalajara, Valle de Bravo y el pasado mes de mayo en varios municipios de Nuevo León, que sorprendieron al país”.
Solo en abril pasado, la AMIS informó que 41 por ciento del territorio nacional y 31 por ciento de la población están expuestos a huracanes, tormentas, terremotos y erupciones volcánicas, lo que provoca que 30 por ciento del producto interno bruto del país sea vulnerable a tres o más riesgos y 71 por ciento a dos fenómenos de la naturaleza.
En el último año, la aseguradora ha atendido cerca de mil 200 siniestros derivados de riesgos hidrometeorológicos como lluvia, inundación, granizo y vientos tempestuosos, pagando un monto superior a 34 millones de pesos.
Aguado agregó que el sector cuenta con diferentes productos que cubren tanto al asegurado como a todos aquellos que habiten permanentemente en la vivienda protegida: “Estas coberturas se caracterizan por proteger a todos los integrantes del hogar con gastos médicos en caso de robo o asalto con violencia, así como la protección de todo lo contenido en el inmueble, o bien, la reposición de cristales.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) indicó que actualmente existen aseguradoras y bancos que brindan una oferta amplia de seguros de casa habitación, por lo que recomendó consultar todas las ofertas y características, tal y como es el caso del riesgo, ya que éste determina su costo.
“Un factor que se toma en cuenta es el riesgo, es decir, la probabilidad de que ocurra un fenómeno de este tipo cerca de tu vivienda, entre más, mayor será el costo de la prima y el porcentaje del deducible”, indicó la Condusef.
El directivo de GNP destacó que fomentar una mayor cultura del seguro es una responsabilidad tanto del sector asegurador como del gobierno federal, ya que se trata de herramienta que permite a las familias y a las empresas proteger su patrimonio en caso de algún imprevisto: “Es un acto de responsabilidad que contribuye a lograr una estabilidad financiera a largo plazo”.