Ante la crisis que ha ocasionado la pandemia del covid-19, México no tiene espacio para contraer deuda, ni tampoco es buen momento porque el riesgo país es alto, y lo importante es mitigar el impacto social, pues las cámaras empresariales que piden apoyo no representan a los micronegocios, ni al sector informal de la economía, indicó el investigador del Colegio de México (Colmex), José Antonio Romero.
“Es una irresponsabilidad, una perversión política, estarle pidiendo al gobierno que gaste más endeudándose, no importa que el país se hunda”, expresó en entrevista con MILENIO.
El investigador explicó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador recibió al país con límites de endeudamiento altos con respecto al producto interno bruto (PIB) y con Petróleos Mexicanos (Pemex) en una situación muy débil, y aún con esto, a México se le compara con Estados Unidos, una nación que puede hacer ofertas monetarias y contraer mayor déficit, pero es la primera economía del mundo.
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“Si nos endeudamos más, viene una secuencia de depreciación del peso, como la que se dio en la crisis de 1982, el gobierno no tiene ingresos ni posibilidad de endeudarse y los empresarios quieren que gaste más y que se endeude, que le haga como pueda pero que les responda, habría que ver quiénes son los empresarios y a quiénes representan porque no hablan por los micronegocios o por los informales”, expuso.
Romero indicó que México es un país pobre, no tiene un gobierno fuerte y lo que se puede hacer es mitigar en lo posible los aspectos sociales que puede haber, con los recursos limitados que se tienen más, pues no hay demasiado dinero.
Detalló que las cámaras empresariales piden que se posterguen las contribuciones del seguro social y de impuestos y eso lo que ocasionaría sería un boquete fiscal y si no hay fondos, la alternativa es endeudarse y con ello bajaría la calificación crediticia del país aún más y en respuesta, una fuga de capitales.
En los Pre Criterios 2021, la Secretaría de Hacienda indicó que, para apoyar a la población más vulnerable, se otorgará un millón de créditos de entre 10 y 25 mil pesos a microempresas, pues éstas representan 97 por ciento del total y emplean a 75 por ciento de los trabajadores, 92 por ciento de ellas no tiene acceso a financiamiento.
Además, el gobierno federal adelantó un bimestre la entrega de la pensión de adultos mayores para que enfrenten los gastos extraordinarios derivados de la coyuntura y para apoyar a los derechohabientes que pierdan su relación laboral durante la contingencia del covid-19.
Así mismo, el Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) cubrirá hasta tres mensualidades del crédito de los derechohabientes que pierdan su relación laboral y aplicará hasta seis meses de prórroga, sin cargos moratorios, entre otros beneficios que en conjunto suman el equivalente a 20 mil millones de pesos, aproximadamente.
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Para el investigador del Colmex, además de estos apoyos, una alternativa sería que en los proyectos de infraestructura que se harán, se le dé prioridad a los proveedores que sean empresas mexicanas, para estimular la industria nacional mediante la demanda de insumos.
“Después de esta crisis, va a resurgir el país, es la gran oportunidad de cambiar y México debería aprovechar para hacer un aparato productivo más eficiente, más nacional, que se oriente a las necesidades propias, con menos dependencia del exterior, las crisis también son buenas para resurgir ”, aseguró.
Para el director del Centro de Estudios Económicos del Colmex, Alejandro Castañeda, es importante entender que una vez que se anuncia la crisis del covid-19, el presidente de la República busca ser fiscalmente prudente y no endeudar al país, pero en estos momentos la prudencia se debe mostrar de manera diferente.
“Hay caminos que permitirían al gobierno resolver el problema de la crisis, que implica aumentar dramáticamente el apoyo a las empresas, como ayudar a subsidiar la nómina, con el fin de que no haya un daño a la planta productiva del país, porque esto es como una enfermedad que le dio a la economía, no es culpa de nadie, pero afecta dramáticamente al país e implica una caída de la actividad económica”, aseguró.
Castañeda añadió que, si se castiga la planta productiva del país, las empresas no van a aparecer en tres meses y es un golpe al capital humano, por lo que es necesario hacer un programa de salvamento a la economía.
kga