Miguel Fluxá, el magnate que cambió los zapatos por hoteles

El español es dueño de Grupo Iberostar, un conglomerado de hoteles que tiene presencia en alrededor de 30 países y al año factura casi 3 millones de dólares.

Su negocio le ha permitido amasar una fortuna de alrededor de 2 mil 100 millones de dólares.
Braulio Carbajal
México /

A inicios del Siglo XX, el pintor, escritor y dramaturgo español Santiago Rusiñol visitó Mallorca; durante su estancia quedó fascinado por los paisajes, la luz, el agua y sobre todo por la sensación de tranquilad que emanaba de la llamada Isla de la Calma, lo que lo inspiró para hacer múltiples pinturas e inclusive un libro. Unas décadas después, Miguel Fluxá Rosselló explotaría esos atributos turísticos y los aplicaría en varios países para crear una de las cadenas hoteleras más afamadas del mundo: Grupo Iberostar.

El mallorquín es el heredero de la tercera generación de la familia Fluxá, quienes amasaron una pequeña fortuna con base en una compañía de calzado; sin embargo, fue el propio Miguel quien se encargó de dar un giro radical al negocio, yendo por el sendero de la hospitalidad, creando un imperio de más de 100 hoteles en aproximadamente 30 países.

Del calzado a los hoteles

La historia de una de las dinastías más reconocidas y acaudaladas de España y del continente europeo comenzó en la tranquila isla de Mallorca, donde Antonio Fluxá fundó la primera compañía de producción de calzado en 1877. Su objetivo era crear la mayor firma de zapatos del viejo continente.

El abuelo de Miguel se quedó cortó en sus ambiciosas aspiraciones, no obstante, su esfuerzo incansable lo llevó a que en solo una década, Lottusse —como se llamaba la empresa—, tuviera en operación un total de 11 talleres y cinco fábricas de piel.

En 1927, tras la muerte de Antonio, su hijo Lorenzo se hizo cargo de la compañía, quien aprovechó las dos guerras mundiales de esa época para fabricar botas de uso militar, llevando a sus arcas una considerable cantidad de dinero.

Una vez culminados los conflictos bélicos, se dio cuenta que era momento de cambiar de rumbo y su visión se enfocó en el negocio turístico, donde comenzó a involucrar a su futuro heredero, quien sería clave en la reconversión de la empresa.

El inicio de su imperio fue en 1956 cuando decidió adquirir al operador turístico Viajes Iberia.

Poco a poco, Miguel fue tomando el control total de la compañía, agudizando el enfoque turístico. En 1986 aprovechó la peculiaridad de su natal Mallorca para abrir sus primeros hoteles llamados Iberostar; posteriormente su mirada se fijaría en otro paraíso: las Islas Canarias.

Los hoteles no sería su único negocio, pronto llegó una compañía aérea y una empresa de cruceros.

En 1986, Lorenzo Fluxá murió, y aunque fue una gran pérdida para el grupo, sirvió para que Miguel tomara por completo las riendas del negocio, y en su mente había un solo objetivo: emprender su conquista internacional.

En 2006 Miguel decidió vender la mayor parte de las empresas turísticas para enfocarse en su división hotelera.

Actualmente, Grupo Iberostar está compuesto por un total de 120 establecimientos que comprenden hoteles de playa en Mallorca, Andalucía, Riviera Maya o Varadero; hoteles de ciudad en lugares como Barcelona, Madrid, Nueva York o Lisboa; y hoteles con historia, como los que se encuentran en la costa de Montenegro y en Santiago de Cuba, solo por mencionar algunos.

Poder

Desde su silla como presidente de Grupo Iberostar ha amasado una fortuna de 2 mil 100 millones de dólares, según la revista Forbes.

La compañía que encabeza en un símbolo de lujo, pero también ofrece opciones más accesibles. En 2017 generó más de 2.9 millones de dólares en ingresos y cuenta con más de 27 mil empleados, lo que la posiciona como una de las compañías hoteleras más grandes del viejo continente.

Con 80 años de edad, el empresario todavía no da señales de querer abandonar el barco, por lo que seguirá con su encomienda de hacer aún más grande a Grupo Iberostar, al tiempo que prepara a su heredero para dar paso a la cuarta generación de Fluxá.

Paraísos
Su cadena hotelera tiene unidades en destinos como Mallorca, Barcelona, Madrid, Nueva York y Riviera Maya, entre otros.

Imperio
Su negocio le ha permitido amasar una fortuna de alrededor de 2 mil 100 millones de dólares.



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