Millennials quieren de vuelta los sindicatos laborales

FT Mercados

Esta generación está en busca de mejores condiciones laborales en Estados Unidos.

En Estados Unidos, los sindicatos, que habían disminuido tanto su número de miembros como su actividad en las últimas décadas, están de vuelta.
Rana Foroohar
Ciudad de México /

Las huelgas en General Motors son un asunto importante en todo el mundo. La de hace dos semanas, por parte del sindicato United Auto Workers, fue la primera en 12 años, una noticia mundial y una gran declaración política sobre el resurgimiento de la actividad de los sindicatos en Estados Unidos (EU).

La reciente huelga de los pilotos de British Airways tal vez produjo menos titulares en EU, (aunque tal vez provocaron más problemas a los clientes, dejando en tierra 1,700 vuelos), pero ambas disputas reflejan una tendencia a la que las empresas globales deberían acostumbrarse: el renacimiento de los sindicatos como fuerza política y económica.

En Estados Unidos, los sindicatos, que habían disminuido tanto su número de miembros como su actividad en las últimas décadas, están de vuelta porque un gran número de personas están hartas por el aumento de la desigualdad; la inseguridad de la jubilación; el aumento de los costos en la salud, que es relativamente mala para los estándares mundiales, y la vulnerabilidad económica.

Según el estudio de la Junta de la Reserva Federal (Fed) de 2018, 40% de los estadounidenses tendrían que pedir prestado o vender algo para cubrir un gasto de emergencia de 400 dólares. No es de extrañar que la Fed esté preocupada por una recuperación económica basada en el bienestar de los consumidores.


Muchos van a argumentar que los pilotos de aerolíneas bien remunerados y los trabajadores sindicalizados de la industria automotriz tienen poco de qué quejarse. Algunos incluso podrían ver tales acciones como el último suspiro de un movimiento sindical anticuado que la globalización, la financiarización y ahora la economía digital barrieron en su mayoría. Pero ellos podrían estar equivocados.

No solo los trabajadores de mayor edad, blancos o con más comodidades están en huelga. Los millennials se encuentran detrás de los recientes avances en la afiliación sindical. The Fight for 15 dollars (La lucha por 15 dólares), una medida para organizar a los trabajadores de bajos salarios en áreas como la comida rápida y el comercio minorista, comenzó hace siete años en Nueva York y ya se extendió por todo el país.

 El SEIU, uno de los grupos sindicales detrás del movimiento, hace un llamado a todos los candidatos demócratas de 2020 para que respalden una plataforma de “sindicatos para todos”, que facilita la organización de las personas en las industrias de servicios y en la economía de chambas.

Mientras tanto, el Freelancers Union, que atiende a profesionales calificados como fotógrafos, escritores y artistas gráficos, también ganó en número de membresías e influencia. Curiosamente, el movimiento sindical tiene tracción entre los conservadores los liberales y más jóvenes. La mitad de los millennials conservadores apoya a los sindicatos, en comparación con cerca de una cuarta parte de los republicanos de mayor edad.

Los problemas económicos de los millennials, que viven con sus padres en cantidades récord, son una de las razones por las que el apoyo a los sindicatos recientemente aumentó a un máximo de 15 años en EU. Dadas las políticas y las condiciones demográficas actuales, esta es una tendencia que no va a disminuir en el corto plazo.


¿Qué significa esto para las empresas? En el corto plazo, presión sobre las utilidades, particularmente en el sector de tecnología. En California, la reciente aprobación de la ley que convierte a los trabajadores de la “economía de chambas” en empleados de tiempo completo, podría aumentar hasta 30% los costos para compañías como Uber y Lyft.

Las empresas combatirán contra la legislación. En nuestra economía del “conocimiento”, una gran parte del valor corporativo se mantiene en el capital humano. Eso significa que la satisfacción y el bienestar de los trabajadores podrían convertirse en un problema que les preocupe a los inversionistas.

Mientras tanto, el mercado en sí puede hacer parte del trabajo de restablecer la dinámica de poder entre el capital y el trabajo. Una de las razones por las que creo que aún no vemos más huelgas es que los precios de los activos aumentaron considerablemente en ese momento, compensando el estancamiento de los salarios para algunos.

Muchos estadounidenses en el pasado basaron sus cálculos de jubilación en los altos rendimientos. Pero creo que estamos en un importante punto de inflexión del mercado, y que los fondos del índice del S&P, donde la mayoría de nosotros ubicamos nuestros ahorros de vida, tendrán rendimientos mucho más bajos en los próximos años que en el pasado.

Un colapso de los precios de los activos y un periodo prolongado de bajos rendimientos llevarían a una inminente crisis de pensiones a la cima de la agenda política. Eso, a su vez, nos obligaría a considerar finalmente un modelo económico que ha puesto los intereses del capital por encima de los trabajadores durante demasiado tiempo. La creación de riqueza y la distribución de la misma, después de todo, vienen en ciclos. En algún momento, el péndulo debe moverse.

Yo diría que debemos pasar de una economía con orientación financiera a una que se impulse más por el crecimiento del ingreso. Es un cambio que podría hacer que la economía estadounidense sea menos volátil y más robusta.


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