Durante el segundo trimestre se encontraban en situación de pobreza 49.6 millones de personas en el país que no eran capaces de cubrir el costo de la canasta alimentaria con su sueldo, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En un reporte elaborado por el banco BBVA, explicó que si bien el indicador es el segundo más bajo desde el tercer trimestre de 2020, aún se encuentra 1.2 puntos porcentuales (pp) por encima del nivel prepandemia registrado en el primer trimestre de ese mismo año, cuando fue 36.6 por ciento de los mexicanos.
Indicó que en el periodo de estudio la canasta alimentaria en el ámbito rural tendría un costo promedio de mil 665 pesos, mientras que la urbana fue de 2 mil 177 pesos, por lo que se necesitaría un mayor ingreso para no encontrarse en situación de pobreza laboral.
Canasta básica por zonas
Sin embargo, en el ámbito rural, la población en pobreza laboral disminuyó 1.7 puntos porcentuales con respecto al nivel registrado al segundo trimestre del 2022, al pasar de 52 a 50.2 por ciento.
“La cifra anterior es la segunda más baja desde que el Coneval tiene registros, sólo por debajo del primer trimestre de 2023 cuando se registró un nivel de 49.6 por ciento”, comentó.
En cuanto a la zona urbana, 33.9 por ciento de la población que habita en estas zonas registró un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria.
Por lo que el banco manifestó que la población en el ámbito urbano que se encuentra en condición de pobreza laboral está 1.6 puntos porcentuales por encima de los niveles de prepandemia.
Comentó que al hacer una comparación en términos monetarios se hace más evidente el incremento en el costo de la canasta alimentaria, los aumentos observados en los últimos tres años en el sueldo corriente se ven diluidos por un incremento casi de la misma magnitud en el costo de dicha canasta.
El grupo financiero explicó que en el ámbito rural, entre el primer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023, el ingreso laboral promedio aumentó de mil 651 a 2 mil 228 pesos en términos corrientes, presentado un aumento de 34.9 por ciento mientras que el costo de la canasta alimentaria pasó de mil 266 a mil 665 pesos, 31.5 por ciento más.
En tanto, los hogares rurales con menores ingresos, que gastan gran parte de sus ingresos en alimentación, el incremento de su ingreso real fue más cercano a 2.6 por ciento en este lapso de 13 trimestres.
MRA