Moody's Investors Service bajó en febrero de 2024 la calificación de la familia corporativa de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B3 desde B1, derivado de un aumento en el déficit por los costos altos de endeudamiento, gastos elevados en proyectos emblemáticos, capacidad limitada para mejorar su desempeño y la fuerte dependencia del gobierno.
La agencia calificadora explicó que la baja a B3 incorpora el deterioro de la calidad crediticia intrínseca de Pemex, así como la revisión del supuesto de Moody's con respecto al apoyo que recibe la compañía del gobierno, el cual pasó a alto desde muy alto.
"El cambio prevé los supuestos de Moody's sobre una probable modificación de la voluntad de respaldar el pago de servicio de la deuda completo en los siguientes años, en vista de las necesidades de efectivo incrementado de Pemex y las proyecciones de Moody's de un mayor deterioro de las condiciones fiscales del gobierno en 2024".
Última calificación de Pemex en febrero de 2024
Además, anticipó que Pemex tendrá una mayor dependencia del financiamiento externo para contrarrestar su flujo de efectivo libre negativo, influenciado por múltiples factores.
"Moody's prevé que el costo de cualquier apoyo brindado por el próximo gobierno, que se espera en 2024-25, probablemente será mayor. La baja también incorpora el riesgo de que la compañía podría realizar una transacción como un intercambio de deuda, una recompra o cualquier otra transacción que pudiera reducir la deuda a través de un importante descuento de par o cualquier otro cambio que Moody’s pudiera considerar como canje de deuda forzoso, lo cual la agencia lo considera incumplimiento de pago".
Razones multifactoriales contra Pemex: Moody's
Algunos de estos factores son la capacidad limitada de la compañía para mejorar su desempeño, debido a la madurez de yacimientos petrolíferos; la falta de capital para invertir en exploración y producción, y el mandato de ampliar su negocio de refinación.
"Moody's espera que el sector de refinación continúe registrando pérdidas operativas y siga siendo vulnerable a las tendencias de la demanda de petróleo y gas a mediano plazo".
Moody's dijo que la calificación también toma en consideración el riesgo de gobierno corporativo, ya que la compañía opera con políticas financieras agresivas que se reflejan en una débil liquidez y niveles de deuda muy elevados, lo que resulta en una estructura de capital insostenible.
"Pemex presenta una liquidez débil y depende en gran medida del apoyo del gobierno. El 30 de septiembre de 2023, Pemex reportó 4 mil millones de dólares en efectivo para hacer frente a más de 10 mil 900 millones dólares en vencimientos de deuda en 2024, además de un importante flujo de efectivo libre negativo en el período, impulsado por la insuficiente generación de efectivo operativo para pagar impuestos e invertir en capital".
La agencia aseguró que a menos que se lleve a cabo una reforma estructural en su estrategia de negocio, los indicadores crediticios y la generación de flujo de efectivo de Pemex sufrirán un mayor deterioro en los próximos tres años, y esto aumentará la necesidad de apoyo.
EDD