La adrenalina fluye a tono con el rugir del motor; la sensación de libertad acompañada por todo tipo de paisajes estimula los sentidos, la convivencia y el amor a la naturaleza. Es el mototurismo, un deporte o pasatiempo que cobra vida después de la pandemia y con ello los rally y recorridos por pueblos diversos, zonas arqueológicas y destinos de playa.
Conforme se retoma la actividad tras la pandemia, los clubes de motociclistas comienzan a tomar de nuevo el asfalto. Prueba de ello es el programa Rodando Rutas Mágicas (RRM), creado en 2014 por el motociclista Daniel Castillo Martínez, El Fantasma, que tiene en su haber el recorrido de prácticamente todas las zonas arqueológicas y pueblos mágicos del país.
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“Nuestro motociclismo no sólo es responsable, sino que está enfocado a estrechar lazos de convivencia y detonar el turismo en los 132 pueblos mágicos; atrás en el olvido quedaron las hordas de motociclistas que llegaban a emborracharse, organizar carreras clandestinas o causar desmanes; esa imagen no la queremos, la reprobamos y por eso nos organizamos”, señala.
“Inscribirse a RRM tiene como principal condición contar con el equipamiento de seguridad necesario, papeles en regla como licencia de conducir y seguro, además de una motocicleta en perfectas condiciones que no ponga en riesgo la vida de su tripulante, acompañante o demás miembros del grupo”.
Para la Secretaría de Turismo (Sectur), el mototurismo es pieza clave para la recuperación del sector, que antes de la crisis sanitaria mantenía un crecimiento anual de 16 por ciento anual.
Este año, Sectur estima que crecerá hasta 20 por ciento. Mientras que del consumo turístico total previsto, por 146 mil millones de dólares, el mototurismo contribuirá con 3 a 5 por ciento a las economías locales.
El desafío
Foto: Especial
Los interesados en participar en Rodando Rutas Mágicas deben inscribirse en el programa de su página de internet; una vez enviada la solicitud se revisa su equipamiento de seguridad, papeles y motocicleta participante. Para evidenciar la visita a uno de los Pueblos Mágicos se tienen que tomar una foto en algún sitio característico junto a su motocicleta portando la bandera de RRM y el brazalete oficial. El costo anual de membresía es de 650 pesos y se puede participar de manera independiente o por clubes de motociclismo.
Al subir las dos primeras fotografías de visita a los pueblos mágicos, la plataforma de RRM notifica a la administración y se entrega el primer parche central; al subir seis fotografías se concede otra parte del parche y así sucesivamente hasta completar 26 visitas en que se alcanza el grado de rodador.
Daniel Castillo expone que por igual hay más grados y reconocimientos a quienes continúen subiendo fotografías de visitas a los pueblos mágicos hasta alcanzar los 132 en que se obtiene la totalidad de los parches y el estatus de mototurista de excelencia triunfador en el desafío que puede implicar recorridos de hasta más de 50 mil kilómetros.
Y la par con ese extraordinario reto que de tres mil motoristas inscritos en RRM sólo 42 lo han logrado cumplir, se continúan organizando eventos como el Sexto Rally de 500 kilómetros que arrancará en Querétaro el 24 de septiembre y la rodada Ruta de los Volcanes el próximo domingo 2 de octubre que implica llegar al punto más alto del Izta-Popo en el Paso de Cortés y visita al Parque Ecoturístico Tlaxaloni en que se entregará un parche conmemorativo de parte de “mil 200 Sentimientos Cúbicos”, la hermandad biker más grande del país.
Compañerismo y disciplina
Foto: Especial
David Aguilar Juárez, capitán de ruta de Inquebrantables MC, con más de 25 años rodado por todos los rincones del país, asienta que el compañerismo y disciplina son parte esencial del club y lamenta los hechos ocurridos el 15 de agosto del año pasado en la carretera a Cuernavaca en que por exceso de velocidad fallecieron varios motociclistas que se impactaron con tráileres y automóviles.
“Aquí en este club y en muchos más, lo primero es el respeto a las normas de tránsito; está plenamente prohibido rebasar los máximos de velocidad y para ser miembro del club se deben comprobar clínicas de manejo, obtener certificación y recorrer en grupo un mínimo de seis mil kilómetros; sólo así serán acreedores al chaleco de nuestra organización".
“En nuestro club recorremos las carreteras con mucha responsabilidad porque nuestro propósito esencial es la convivencia y el compañerismo”, recalca quien se ha sumado al reto de RRM. “ Ya tengo 68 pueblos mágicos visitados de los 132 que tengo en mente; el reto es muy interesante porque además de conocer los atractivos del país me da oportunidad de ampliar mis amistades y convivir con mi familia”.
Menciona que aunque viajar en motocicleta tiene su riesgos por posibles fallas mecánicas, caídas o inseguridad en las carreteras, también hay puntos positivos como el menor gasto en gasolina, cincuenta por ciento en cobro de peaje y la libertad de circular en sendas o veredas. “Este es placer a la aventura y libertad que por fortuna sigue en ascenso, pero con personas más conscientes de su responsabilidad al conducir una máquina sea de alta o baja cilindrada”.
AMP