La pasión por la bicicleta y ofrecer a la gente una manera práctica y sustentable de movilizarse llevó a Carlos Alberto Páez a impulsar el proyecto Dogma Bikes, un concepto dedicado al armado de bicicletas artesanales que no solo ha logrado presencia en Puebla, sino que sus creaciones ocupan espacios en Holanda, Alemania y Estados Unidos.
En entrevista para MILENIO Puebla, el emprendedor, quien actualmente dedica la mayor parte de su tiempo para crear diseños de bicicletas en Cholula, explicó que la bici no solo representa un medio de transporte. En diferentes modelos, incluso reconstruidos, ha viajado a diferentes partes de México. De Puebla a Cuetzalan, a playas y conocer sitios turísticos.
Relató que la idea del proyecto surgió hace una década, cuando tenía problemas para desplazarse de su centro de trabajo en una oficina de gobierno a un negocio propio de venta de ropa, ubicado entonces en la zona del centro histórico de la capital del estado.
Para Carlos Alberto, la bicicleta “simboliza mucho en la vida propia. Desde los diez años me muevo en bicicleta. De ahí, el haberla utilizado para la escuela, el trabajo, llegaba a mi oficina en bicicleta y romper esos estereotipos de que andar en bicicleta o moverte en bicicleta no significa que no tengas los recursos para un automóvil. Moverte en bicicleta es tener calidad de vida, salud, económica y lo práctico de poderla estacionar casi donde sea”.
El gusto por las bicis lo llevó a aprender el proceso de armado y decidió abrir una boutique en Cholula, acercándose a un mercado interesado en equipos bajo el concepto vintage.
“Dogma inicia por temas de movilidad. Trabajaba en el área del Centro Histórico, por problemas de estacionamiento comienzo a moverme en bicicleta. Tenía un negocio en la plazuela de Los Sapos donde lo más complicado era dónde estacionarse. Usaba una bicicleta de tema retro y la ponía afuera del negocio, como estábamos en una zona de antigüedades pensaban que la bicicleta formaba parte del negocio y eso nos fue generando un poco de inquietud para acercarle este producto a un mercado específico. Podemos decir que en Puebla sí fuimos los primeros que empezamos a armar este tipo de bicicletas, con cantidades muy pequeñas al grado que ahorita estamos por cumplir los diez años ya fabricando la mayor parte de nuestras piezas”.
El Pueblo Mágico de Cholula es una comunidad que se caracteriza por el alto uso de la bicicleta, de ahí que el espacio resultó idóneo para consolidar su negocio de armado artesanal.
A pesar de que muchos negocios cerraron a causa de la emergencia sanitaria, para Carlos, esta situación representó un aumento histórico en ventas, toda vez que la gente buscó la bicicleta como un medio para moverse sin riesgo de contagio.
“Mucha gente decidió tomar la iniciativa de moverse en bicicleta, ya que, eso evita tener contacto directo en el transporte. No podríamos contabilizar cuántas ( bicis se han vendido) hay semanas que no paramos como semanas que nos permite hacer el inventario o incluso, reajustar o reacomodar. Las ventas se incrementaron”.
La gente en Cholula a toda hora se mueve en bicicleta, refiere Carlos, quien comenta que en su taller no sólo se arman cuadros, parrillas, proceso de pintura, también se atienden reparaciones de equipos modernos y antiguos.
Cada bicicleta se arma de manera artesanal, por diez personas que colaboran desde levantar el pedido, buscar cada pieza al gusto del cliente, al ser modelos exclusivos. La mayor parte de compradores son locales y nacionales, aunque la cercanía con la Udlap y la población de extranjeros radicados en Cholula ha propiciado que algunos modelos del emprendedor poblano sean empaquetados y traslados a Holanda, Alemania y Estados Unidos.
“El hecho de traer una cultura de movilidad muy práctica, la mayoría aquí se desplaza en bicicleta. Nos beneficia cada que hay inicio de clases ya que la compra es directa de estudiantes. Hay gente en Cholula y sus alrededores Atlixco, Huejotzingo, San Martín Texmelucan son pueblos bicicleteros, un término que no debe ofender, al contrario, es padre ver incluso personas adultas que la usan y tienen esa cultura de movilidad”.
Como integrante de la comunidad ciclista, Carlos considera que se requieren políticas en temas de movilidad y consideró que la clave para mantener a flote un negocio en tiempos de crisis es mantener el trato directo con los clientes.
mpl