A los 20 años, cuando Martha Herrera, actual directora de Corporativa de Responsabilidad Social en Cemex, hizo su servicio social, se dio cuenta que con muy pocas competencias, logró cambiar la realidad de una familia, porque gracias a las pláticas que brindaba, un niño le dijo que la violencia en su familia había acabado.
“Entonces ese fue un parteaguas en mi vida, que me hizo ver que con pocas competencias pude ayudar a la transformación de una persona, qué pasaría si me preparaba para ello y es una invitación que siempre hago a mujeres y a hombres”, dijo la egresada de Estudios Internacionales de la Universidad de Monterrey.
Además de su puesto en Cemex, Herrera es la presidenta del Pacto Global de la ONU en nuestro país y para septiembre próximo México debe informar ante la organización de dicho organismo sobre los avances en el combate a la pobreza, el hambre, en las mejoras de la educación y sobre la igualdad de género, entre otros temas.
Para cumplir esta meta dirige un estudio que dará cuenta del estado de los objetivos de desarrollo sostenible en México, particularmente viéndolos desde el sector privado, cuál ha sido su contribución y cuál deberá ser, de cara a los temas que más se debe enfocar el país.
Herrera, quien preside seis consejos y forma parte de 24 más, entre organizaciones de la sociedad civil, universidades y empresas, comenta en entrevista con MILENIO sobre las formas en las que ella, Cemex y las organizaciones en las que participa, atienden el problema de desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Refiere que hay estudios muy serios que demuestran que la productividad y la rentabilidad de una compañía se puede acelerar hasta 35 por ciento con la participación de las mujeres.
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“Este no es un camino fácil, se requiere de mucho trabajo colaborativo. Sensibilizar sobre el tema con datos duros que nos permite entender que este es un tema para democratizar el país y que realmente va a contribuir a potenciar muchos índices, desde temas de convivencia, culturales, económicos y sociales”, comenta.
Es necesario hacerlo, desde muchos frentes, uno es que haya políticas públicas que faciliten el tema, incentivos que logren interiorizar esto en las empresas, en el gobierno, en las universidades. Estamos lidiando con una cultura patriarcal de siglos, afirmó.
“Hay quien dice que para cerrar la brecha de género requerimos más de 200 años, entonces acelerar estos 200 años no es tarea fácil, pero creo que si hay acciones que podemos hacer desde todos los frentes, como políticas públicas por parte de los gobiernos, incentivos que permitan a las empresas entender que este es un tema de negocio y lograr interiorizar en las sesiones de las empresas procesos que faciliten la atracción y retención del género”.
Con tiempos flexibles, capacitación en sesgos inconscientes, el trabajo de casa, áreas de lactancia, guarderías, que existan apoyos tanto para hombres como para mujeres. “Es necesario pensar las nuevas masculinidades y lograr que los hombres puedan atender a sus hijos y ayudar en el hogar porque está claro que una mujer trabaja tres veces más que un hombre”, refiere.
También encabeza un movimiento que se llama “Todas Somos Esperanza” en el que participan 8 millones de mujeres en su propio empoderamiento a través de diferentes mecanismos que tenemos, desde es el más básico que es la autoestima, capacitación, el desarrollo de habilidades tanto para emprendedoras como la empleabilidad en cerrar el círculo con su independencia financiera.
De frente a este problema de falta de equidad de género y de desigualdad entre hombres y mujeres que existe en México, señala que el paro de próximo 9 de marzo será una excelente oportunidad de las mujeres para hacerle ver a la sociedad la importancia que tenemos en todos los ámbitos.
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“Este en particular creo que despertará muchas conciencias y va a lograr sensibilizar a aquellos que no eran sensibles al tema de lo que se trata, es que no podemos permitir ni una más, ni una muerte más de ninguna mujer, niño o niña”, comentó.
“Tenemos que ser capaces de levantar nuestra voz y de darnos el tiempo de reflexionar, despertar conciencias, por otro lado, accionar cosas que nos permita contar estas historias a más personas y que permita al otro género sensibilizarse. "Todos debemos estar unidos contra este mal que aqueja a nuestra sociedad que son los feminicidios y la violencia de género.
Si realmente queremos promover la innovación, la competitividad, la rentabilidad, necesitamos darle cabida a todas esas lentes que ven las cosas con una mirada distinta, mujeres personas con discapacidad y personas con inclinaciones diversas”, apuntó.
Al final, resume, "mi propósito de vida es ayudar en la transformación de otros y eso lo he podido hacer internamente en la empresa, pero también he tenido la oportunidad de ir más allá y focalizar mis energías en la transformación de otros y sumar a la trascendencia y a la vida de otras personas”.
lvm