Si el próximo gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, decide cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la aviación mexicana enfrentará un cuello de botella después de 2021, cuando el actual aeropuerto alcance su capacidad total, estimaron analistas del banco suizo UBS.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) participa con 34 por ciento del tráfico aéreo total del país y en los últimos años ha visto un crecimiento acelerado debido a la introducción de aerolíneas de bajo costo, así como al incremento de su capacidad con la Terminal 2, inaugurada en 2008.
No obstante de que el AICM se declaró saturado por la Dirección General de Aeronáutica Civil, tiene la restricción de solo recibir 61 vuelos por hora, mantiene un crecimiento de 9.2 por ciento tanto en pasajeros como en carga entre 2013 y 2017. A excepción de que las aerolíneas logren incrementar su capacidad con aviones más grandes, no se prevé otra forma en que lleguen más vuelos al aeropuerto.
De cancelar el proyecto del NAIM, según UBS, el Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) sería la compañía más afectada, en virtud de que 41 por ciento de sus pasajeros provienen de rutas hacia o desde Ciudad de México, comparado con 30 por ciento de Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) y 22 por ciento de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP).
El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto tres alternativas que serán puestas a consideración en una consulta pública: la primera es continuar con el actual proyecto y concluir su construcción con recursos públicos, la segunda es buscar un socio privado para el proyecto y la tercera alternativa es cancelarlo.
Los analistas del banco suizo consideran en su escenario base que las obras para construir el nuevo aeropuerto se concluirán y se mantendrá como el mayor centro de operación aérea en el país, sin buscar alternativas.
En caso de que el nuevo aeropuerto se cancele, las aerolíneas se verán obligadas a buscar alternativas, en este caso, el aeropuerto de Guadalajara se mantiene como un hub potencial con sus tasas de crecimiento consistentes, seguido de Monterrey y Tijuana.
El Aeropuerto Internacional de Toluca también se ve como una alternativa para atender el crecimiento del tráfico aéreo en Ciudad de México, ya que se localiza a 40 minutos de Santa Fe, zona sede de varias empresas y considerado un distrito financiero.
Sin NAIM, "cuello de botella" aéreo en 3 años, prevé UBS
Si gobierno de AMLO cancela, firmas buscarán opciones de hub, dice.
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