En el Plan Nacional de Infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es necesario evaluar que los proyectos tengan una rentabilidad social; es decir, que los beneficios para la población sean mayores que los costos de su ejecución, afirmó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“Normalmente como ha operado el estado mexicano es que avienta cientos de proyectos y dentro de los cientos que avienta unos salen buenos en rentabilidad social y otros salen malos y en medio hay una rentabilidad social más o menos, con rentabilidad social decimos no nada más es bueno para unos, sino que realmente se generen beneficios para mucha gente”, señaló el director general del IMCO, Manuel Molano.
En entrevista con Tania Díaz para MILENIO Televisión, Molano declaró que si México quiere generar riqueza debe crecer con equidad y con libertad económica tanto de las personas como de las empresas.
Además, refirió que el gobierno ha contado con proyectos de infraestructura como el Tren Interurbano México-Toluca, que ejerció tres veces más lo recursos que se tenían planeados, y que consideró no hay "un análisis de costo beneficio positivo".
"Otros proyectos que parecían tener una rentabilidad social alta era el aeropuerto de Texcoco, con una derrama económica importante para una zona pobre de la capital de la República, se abandonó; la explicación costo-beneficio no fue tan clara", expresó.
Agregó que el país debe invertir en las capacidades de las policías, de los jueces, en mejores maestros, en que hospitales tengan los insumos necesarios para atender a la población "inversiones más de capital humano y no de fierros pues se tiende a ver a estas inversiones como de segundo plano, o de gasto corriente".
Previamente, en conferencia con medios para presentar el Índice de Competitividad Internacional 2019, el director del IMCO dijo que en la medida que esto ocurra, se generará ahorro para las familias, inversión y la economía crecerá, pero el problema es que los recursos se han movido hacia proyectos no rentables.
En este sentido, el IMCO explicó que en cualquier proyecto es necesario que la inversión tenga más beneficios que costos y uno de los comunes denominadores en los proyectos de infraestructura es la falta de claridad en los datos, en la transparencia de los estudios “y sin estudios, sin datos, sin evidencia es bien difícil poder saber si los proyectos propuestos tienen más beneficios que costos o si va a ser al revés”, aseguró.
JAR