¿Quién sigue? Esa es la pregunta que se hacen los inversionistas, luego de que Newmont Mining realizó un intercambio de 10,000 millones de dólares (mdd) por la canadiense Goldcorp, un acuerdo que creará al principal productor de oro del mundo.
Tras la adquisición de Randgold Resources por 6,000 mdd que realizó Barrick Gold en septiembre pasado, los analistas esperan ahora una fiebre de negociaciones, a medida que la industria busca mejorar su desempeño y aumentar el rendimiento de los accionistas.
“Ahora que tienes a estos dos grandes jugadores con una producción impresionante y un vigor renovado, verás que algunos de los participantes de nivel medio tienen que hacer o quieren hacer algo”, dice Robert Gill, gerente de cartera de Lincluden Investment Management en Canadá.
Otros están de acuerdo. La industria de la minería de oro “puede esperar niveles más altos de fusiones y adquisiciones en uno o dos años”, menciona Michael Stoner, analista de Berenberg en Londres.
Los grupos mineros de oro han perdido dinero para los accionistas en los últimos cinco años, lo que llevó a peticiones de consolidaciones, una reducción en la remuneración a nivel directivo y a esfuerzos para reducir los costos y desechar los activos marginales.
Desanimados por la falta de acción, el año pasado, un grupo de inversionistas, entre ellos el fondo de cobertura Paulson & Co, formó un “Consejo de Accionistas de Oro” para presionar a los grupos mineros.
Barrick Gold, de Canadá, fue el primero en actuar y Mark Bristow, el director ejecutivo del grupo, prometió reducir los costos de la oficina central y vender las minas más pequeñas. Después siguió Newmont, con sede en Colorado, cuyo acuerdo por Goldcorp promete crear un productor de oro aún más grande que se enfoque en sus activos más productivos. Newmont Goldcorp, como se conocerá a la compañía fusionada, tiene el objetivo de producir entre seis y siete millones de onzas de oro por año, a medida que avanza en Canadá y Chile.
El Dato.1,300
dólares por onza fue el valor máximo que alcanzó el oro en seis meses
El grupo buscará vender entre 1,000 y 1,500 mdd de las minas, pero los ahorros en los costos del acuerdo son muy pequeños: 100 mdd al año. La reciente realización de acuerdos en el sector del oro se produce cuando los inversionistas vuelven a descubrir su apetito por el metal. A medida que los mercados mundiales de capitales se desploman y se intensifican las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento, el oro subió a un máximo en seis meses de casi 1,300 dólares la onza.
Los analistas dicen que existe una evidente necesidad de consolidación en la minería de oro, porque está más fragmentada que otras industrias, como la del mineral de hierro, donde tres grandes grupos mineros dominan el mercado.
“En el oro habrá más consolidaciones”, predice Jonathan Guy, analista de Numis Securities en Londres. “Si te fijas en el mineral de hierro, el cobre, el níquel… todos estos sectores están más consolidados. El oro siempre ha tenido una cantidad mayor de compañías de lo que se justifica por el tamaño de la industria. Esto es necesario”.
“Pero la verdadera pregunta es ¿quién sigue?”, agrega, y dice que las canadienses Kinross Gold y Agnico Eagle van a sentir la presión para hacer acuerdos. Los grupos mineros de oro en Australia y Sudáfrica también podrían verse obligados a actuar.
Sin embargo, Stephen Walker, analista de RBC Capital Markets, estima que la compra de Goldcorp por parte de Newmont en realidad podría desacelerar la consolidación, al menos por un tiempo.
“Creemos que esta combinación de dos importantes productores de oro en el mundo podría retrasar más las fusiones y adquisiciones… las compañías buscan adquirir activos no esenciales, que esperan que Newmont Goldcorp y New Barrick vendan”.
Para Goldcorp, el acuerdo con Newmont será recibido con alivio, especialmente por el director ejecutivo, David Garofalo, quien se prepara para recibir un pago de 8 mdd.
Hace tres años, Goldcorp era el mayor grupo minero de oro del mundo, aunque no el más grande en términos de producción. Sin embargo, una serie de problemas, entre ellos la caída de la producción, el aumento de los costos y la disminución de las reservas, golpearon el precio de sus acciones y lo dejaron en busca de un comprador, de acuerdo con los banqueros. “No hay duda de que el acuerdo entre Barrick y Randgold fue un catalizador”, dice Gill. “Ellos (Goldcorp) se enfrentaban a una serie de problemas. Cuando algo tan impactante sucede en la industria, deben reaccionar y tomar nota. Se encendió un fuego para que actúen más rápido”.