Acuerdos como el recién firmado entre Estados Unidos, México y Canadá nunca son de libre comercio, pues constan de un párrafo en que se plantea el intercambio sin limitaciones y de 100 a 500 páginas en que se explica por qué no es posible, declaró Jesús Seade, negociador del equipo de Andrés Manuel López Obrador en el nuevo TLC de Norteamérica.
En entrevista para el programa MILENIO Negocios, el negociador mexicano del acuerdo nombrado por el Presidente electo señaló que Canadá pudo concluir la negociación una semana después de que México llegó a un acuerdo bilateral con Estados Unidos, pero alargó las negociaciones ya que se sintieron ofendidos.
“Le dejamos al final una semana a Canadá, antes de la fecha límite en ese momento, comprensiblemente Canadá se sintió un poco ofendida, y no creo que hayan hecho todo lo posible por acelerar el ritmo; sin duda podrían haber terminando esa semana, pero se dio a respetar y lo alargó”, indicó.
El equipo negociador mexicano, agregó, tenía claro que el acuerdo trilateral iba a salir, pero debido a pequeñas negociaciones se llevó el proceso a las últimas horas que se tenían de límite. “De hecho, Canadá hizo concesiones importantes en el mercado de lácteos a Estados Unidos, pero a cambio mantuvo el capítulo 19 sobre solución de diferencias que no tiene otro tratado similar, así como la excepción cultural, que es la capacidad de tener medidas de apoyo a las actividades culturales por el gobierno”.
Seade dijo que al haber acordado esto, también México salió beneficiado del acuerdo entre Estados Unidos y Canadá en materia cultural, dado que permitirá apoyar a ese sector sin que se tome como violación a la competencia o al tratado.
Sobre su aportación para retirar la cláusula de extinción que Estados Unidos puso en la mesa de negociación, en la que pedía la culminación automática del acuerdo cada cinco años, explicó que la principal fue que al cambiar esta postura por una cláusula de revisión, ninguno de los países que firma el acuerdo podrá salirse solo por capricho.
“Hace muy difícil una salida caprichosa, como la que estuvimos a punto de tener, prácticamente imposible, puesto que se hace extensión en este momento a 16 años y a los seis hay discusión para revisar el acuerdo”, subrayó. Esta revisión es para realizar correcciones sobre puntos específicos que estén generando dudas o conflictos en los acuerdos, y si en esa fase se hacen los ajustes, el acuerdo toma vigencia otros 16 años.
En el caso de que no se pacte o un gobierno no quiera seguir en el sexto año, el proceso que se estableció es que haya una revisión anual del año seis al 16, y si en ese momento no se pacta nada el tratado termina, pero eso tendría que transitar por dos presidentes distintos en cualquiera de los países que firman el pacto.
Seade explicó que al no existir mecanismo de revisión del acuerdo de 1994, por eso pasaron 24 años de acumular tensiones y problemas que estuvieron a punto de reventar al TLC en varias ocasiones y es lo que ahora se evitará con la nueva disposición.
“Tenemos tratados de libre comercio con 48 países. Sin los dos socios de este nuevo acuerdo Estados Unidos y Canadá, hay 46 países más donde tenemos comercio de casi cero, hay que saber aprovechar esas oportunidades. Se crearon esos acuerdos que pudieron haber dado un gran comercio y no lo han dado, todo eso son posibles números y no los tenemos”, puntualizó.
El domingo pasado y del última hora los gobiernos de Canadá y Estados Unidos llegaron a un acuerdo como parte de la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Ningún acuerdo es de libre comercio: Seade
“Los textos constan de un párrafo en el que se plantea el intercambio sin limitaciones y hasta 500 páginas en las que se explica por qué no es posible”.
México /
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