Hoy, con el presidente Andrés Manuel López Obrador como testigo, Luis Niño de Rivera asumirá el cargo de presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), desde donde su principal objetivo será demostrar que la banca está disponible y dispuesta a llevar servicios financieros más amplios y más baratos.
En entrevista con MILENIO en el contexto de la 82 Convención Bancaria, el también presidente de Banco Azteca reconoció que los esfuerzos para bancarizar a un mayor porcentaje del país no han sido suficientes, por lo que es uno de los principales retos de su gestión al frente del organismo.
“Lo que pasó el 1 de julio fue un reclamo de la sociedad, particularmente de aquellos que se han quedado rezagados y nuestra labor hoy es procurar que esas personas estén incluidas en el movimiento económico del país”, afirmó.
Para el banquero, los objetivos de la administración de López Obrador, quien este viernes llegará a Acapulco para clausurar la convención, convergen con los del sector bancario, por lo que la relación es de completa colaboración
“El Presidente ha dicho cosas que son importantes para el desarrollo del país, como la autonomía del Banco de México, las finanzas públicas, la disciplina fiscal, promover inversión, entre otras cosas, y quiere que la banca esté presente en todo el movimiento económico del país”, detalló.
REGULACIÓN DIFERENCIADA
Otro de los objetivos de Niño de Rivera es conseguir una regulación diferenciada —que las normas sean distintas según el tamaño de la institución—, de modo que todos puedan competir en igualdad de condiciones, dado que con la actual es complicado para bancos medianos y pequeños.
Recordó que tras la crisis mundial de 2008, los reguladores internacionales fijaron estándares más elevados para grandes bancos, los cuales se aplicaron en México sin distinción entre tamaños.
Sobre el tema de las comisiones, dijo que el gremio está unido para efectos de diálogo con reguladores, autoridades y legisladores, pero destacó que “fijar precios o poner topes no llevará a un mundo más atractivo, esto lo hará libre competencia y la tecnología, pues harán los servicios más baratos”.
En este sentido, dijo que la implementación del Código Digital (CoDi) abaratará el costo de llevar servicios financieros a toda la población: “Eso es lo que necesitamos: hacerlo más accesible y más fácil para todo mundo mover su dinero, que al final del día esa es la transaccionalidad que mueve la economía”.
Aseguró que de los 50 millones de clientes de la banca, la mayoría está satisfecha. En 2017, dijo, de los mil 150 millones de transacciones electrónicas, el nivel de reclamo no llegó ni a uno por ciento.