Durante casi un año, Hiroto Saikawa desafió la gravedad. Contra las expectativas, el CEO de Nissan sobrevivió a la destitución de Carlos Ghosn, una investigación condenatoria de gobierno corporativo, acusaciones de que firmó documentos falsos y una caída de 95% en las utilidades trimestrales del grupo automotriz japonés.
Pero cuando Saikawa admitió la semana pasada que su remuneración era excesiva, finalmente se inclinó la balanza. El lunes pasado, el Consejo de Administración acordó de forma unánime removerlo de su cargo, finalizando una gestión de dos años y medio ensombrecida por los escándalos tras el arresto de Ghosn.
La salida forzada de Saikawa y la búsqueda de un nuevo jefe son eventos cruciales para la compañía y para su alianza con Renault. Su cese deja a Nissan en la búsqueda de un líder que pueda realizar la triple hazaña de resucitar al ícono japonés, navegar una potencial fusión global de cuatro vías y romper claramente con la era Ghosn.
- Te recomendamos Jefe de Nissan acepta que recibió pagos extraños, pero sin saberlo Negocios
El nuevo jefe, que el grupo automotriz pretende identificar a fines del próximo mes, enfrentará retos potencialmente más complejos que los que encaró Ghosn, cuando rescató al grupo cerca de la bancarrota en 1999.
Dos décadas después, en una industria que enfrenta una disrupción fundamental por el cambio hacia los vehículos eléctricos y de autoconducción, el Comité de Nominación de Nissan batalla por encontrar un nuevo salvador entre al menos seis candidatos, de acuerdo con personas familiarizadas con la búsqueda.
Los nombres incluyen al exjefe de ventas y mercadotecnia de Nissan, Daniele Schillaci; el exejecutivo de Renault, Carlos Tavares, quien dirige PSA (propietario de Peugeot), y el ejecutivo de Toyota, Didier Leroy, dicen estas personas.
Quien obtenga el trabajo heredará una abrumadora cantidad de tareas pendientes. El grupo automotriz japonés tiene problemas en casi todos sus mercados clave, y en julio anunció que recortaría 12,500 empleos en una revisión general. A medida que su desempeño se estancó, la gerencia se preocupó por la investigación interna de Ghosn y por la ruptura de los vínculos con Renault.
“Desde la reconstrucción de sus negocios en EU y Japón, hay muchos problemas que el nuevo CEO tendrá que abordar”, dice Koji Endo, jefe de investigación de capital de SBI Securities.
Las recompensas podrían ser significativas si el grupo japonés puede encontrar una solución permanente a su relación con Renault, que actualmente está en el limbo. La salida de Saikawa podría revivir las negociaciones sobre el futuro de una alianza que tenga el potencial de evolucionar hacia el grupo automotriz más grande del mundo.
Pero en el corto plazo, el nuevo jefe tendrá la incómoda tarea de comparecer en el Tribunal de Distrito de Tokio para declararse culpable, en nombre de la compañía, de los cargos de que Nissan falsificó la remuneración de Ghosn en sus estados financieros.
“El juicio obviamente le quitará una gran cantidad de tiempo a cualquiera que quiera centrarse en mejorar el negocio principal”, dice la analista de Macquarie, Janet Lewis.
De igual forma, la alianza de Nissan con Renault se fracturó seriamente por el abrupto arresto de Ghosn y las posteriores conversaciones de fusión entre su socio francés y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) de Italia.
Con FCA dispuesto a reanudar las pláticas con Renault, las personas cercanas a Nissan dicen que el nuevo jefe debe poseer duras habilidades de negociación para exigir una solución a su estructura de capital con Renault, antes de que se reanuden dichas conversaciones.
Mientras Nissan busca al sucesor de Saikawa, Yasuhiro Yamauchi, el director de operaciones, será el director general interino. Se le considera un par de manos seguras, debido a su experiencia como ejecutivo de la alianza y miembro del Consejo de Administración de Renault.
Tras el anuncio, las acciones de Nissan subieron hasta 4.8% el martes pasado.
La lista final de los candidatos a CEO también incluye a Jun Seki, a quien acusaron de implementar el plan de cambio de rumbo de Nissan, luego de una exitosa carrera como jefe del negocio en China, y su sucesor en este puesto, Makoto Uchida, de acuerdo con personas que tienen conocimiento de la lista.
Pero los nombres en esa lista podrían fluctuar en las próximas semanas, incluso si la automotriz identifica al candidato perfecto, esa persona tal vez no va a querer el trabajo.
“La compañía está profundamente dividida en este momento”, dice Nakanishi. “Un CEO externo podría ser bueno, pero ¿quién estaría dispuesto a poner un pie en este campo minado?”.