Caintra advirtió que la pérdida de empleos que se registró en abril y que pudiera aumentar en mayo afectó principalmente a las clases menos favorecidas económicamente, lo que detonará en problemas sociales, una mayor pobreza y desigualdad social.
“Con ello, otros problemas sociales surgirán, tales como mayor pobreza, mayor desigualdad, falta de oportunidades y un aumento en la inseguridad en todos los niveles.
“Por ello, es urgente acelerar los procesos de reactivación económica con todas las medidas sanitarias, así como generar verdaderos apoyos para proteger las fuentes de empleo”, indicó Guillermo Dillon Montaña, director general de Caintra Nuevo León.
“Las autoridades no pueden permitir que los trabajadores de menores ingresos sean los más afectados por no dedicar apoyos que permitan a las Pymes sobrevivir en este periodo de cierre y sin ingresos para mantener sus empleos. Cuando una Pyme muere no lo hace sola, también mueren los empleos que ella brinda. Seguiremos exhortando por una ágil, ordenada y responsable reapertura económica”, agregó el directivo.
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Estableció que la situación de cierre de actividades, rompimiento de cadenas y falta de apoyos para las Pymes han provocado que las personas de menores ingresos sean las más afectadas en esta pandemia.
Destacó que, en Nuevo León, la proporción de los empleos perdidos cuya remuneración es de hasta dos salarios mínimos, es del 75 por ciento. Es decir, que, en números absolutos, implica que más de 40 mil trabajadores despedidos en el estado son de los niveles más bajos de ingreso.
De acuerdo con un análisis que realizó la agrupación empresarial, de los más de 555 mil empleos perdidos en el país durante abril de este año, alrededor de 385 mil corresponde a trabajadores cuyo rango de sueldo va de tres mil 696 a siete mil 394 pesos por mes. Es decir, el 69 por ciento de los trabajadores que han perdido su empleo en abril, son los que percibían hasta dos salarios mínimos.
“En Nuevo León la proporción de los empleos perdidos cuya remuneración es de hasta dos salarios mínimos es del 75 por ciento, cifra superior a lo presentado a nivel nacional”.
Caintra apuntó que, en números absolutos, implica que más de 40 mil trabajadores despedidos en el estado son de los niveles más bajos de ingresos.
“Si a lo anterior se suma que el 80 por ciento de los empleos perdidos fueron de plazas permanentes, se deduce que estos trabajadores tenían un trabajo estable para sus familias”, subrayó la cámara empresarial.