La implementación del nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas generará más confusión para los consumidores mexicanos, señaló Luis Miguel Monroy, director general de La Moderna.
“No sabemos cómo vaya a reaccionar el consumidor mexicano. El sello va a crear más confusión que información y seguramente en ello puede bajar el consumo. En países como Chile sí hubo un impacto inicial, pero después se normalizó”, expuso Monroy en el contexto de la presentación del libro 100 marcas mexicanas, de la revista Forbes.
Monroy dijo que las afectaciones en inventario de empaque también generará pérdidas a las compañías, pues existen productos de alta rotación en los que tienen 45 días de inventario y otros de lento movimiento en los que tienen inventarios hasta por más de seis meses.
“Es un tema complejo porque todas las industrias tenemos inventarios de empaque. Los tenemos que usar. Cualquier cambio en ellos tiene costos porque hay que hacer nuevas implementaciones”, comentó.
Explicó además que cambiar los empaques al ciento por ciento llevará más de un año y en menos tiempo será más costoso porque habrá más desperdicio.
De acuerdo con el directivo, las pastas de la compañía que este año celebran su aniversario número 100 no van a contar con ningún tipo de sello, por no tener algún aditivo. En tanto, su categoría de galletas, que representa alrededor de 20 por ciento de sus ventas, sí tendrá que modificar sus empaques.
Dijo que el sector empresarial tiene dudas sobre las reglas de operación. Afirmó que la industria ha declarado desde hace años el contenido de sus productos y no existe temor en declarar insumos y porcentajes. Además destacó que los proyectos de recaudación de impuestos como el IEPS no han dejado claro el aporte al sistema de salud, como se tenía planteado.
“El año pasado la empresa pagó 75 millones de pesos por IEPS, y la verdad el gobierno no lo utilizó ni en campañas contra la obesidad, ni en bebederos de escuelas. No sabemos qué se hizo con ese dinero y el impacto en el consumo fue nulo”, dijo.
En 2018 La Moderna inauguró su planta en Texas, Estados Unidos, con una inversión de 70 millones de dólares. Hoy, de acuerdo con su director, se encuentran a 60 por ciento de su capacidad instalada y en dos años alcanzarán ciento por ciento.
“Exportamos la materia prima ya transformada, es decir, lo molemos en México y exportamos alrededor de 30 mil toneladas”, señaló. En México la compañía no planea hacer nuevas inversiones, pues no tiene problemas de capacidad en el país.