Consumo de azúcar disminuye, obesidad y diabetes se duplican

La implementación del impuesto a productos azucarados en 2014 ha sido un duro golpe para el sector y no se ha reflejado en mejores niveles de salud.

El IEPS para bebidas azucaradas ha perjudicado al consumidor. (Especial)
Luis Moreno y Cristina Ochoa
México /

Aunque este año se prevé una caída de 5 por ciento en el consumo de azúcar por las campañas que lo desincentivan como factor que genera algunas enfermedades crónicas, los pacientes reportados con obesidad y diabetes se han duplicado en los últimos dos años.

En tanto, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que empezó en 2014, implementado por la Secretaría de Hacienda para destinarse a la prevención de esas enfermedades, ha recaudado 86 mil millones de pesos a julio de 2018, de los cuales ni un peso fue etiquetado en el presupuesto con el objetivo de combatir los problemas de salud.

Bajar el consumo de azúcar no necesariamente reduce el contenido calórico de los productos, puesto que en ocasiones puede incrementarse debido a sustitutos de carácter químico, explicó el presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), Humberto Jasso.

De acuerdo con el Sistema Nominal de Enfermedades Crónicas, entre noviembre de 2016 y octubre de 2018 el número de pacientes diagnosticados con obesidad pasó de 325 mil 930 a 656 mil 221, es decir, un incremento de 108 por ciento; mientras que los diagnosticados con diabetes pasaron de 528 mil 27 a poco más de un millón 28 mil, un aumento de alrededor de 90 por ciento.

“En los etiquetados tampoco se distingue, por ejemplo, el uso del azúcar de caña del jarabe de maíz de alta fructosa, mismo que por las modificaciones químicas a que está sujeto su proceso de producción, muchos científicos consideran perjudicial para la salud”, indicó.

Jasso señaló que en los etiquetados de productos con endulzantes químicos generalmente no se hace una adecuada descripción del contenido calórico y sus potenciales riesgos para niños y mujeres embarazadas, por lo que sigue en aumento su consumo.

La producción de fructosa se incrementó 5 por ciento a tasa interanual entre 2017 y 2018, para ubicarse en un millón 39 mil toneladas.

Explicó que mientras los endulzantes químicos siguen en crecimiento, en los primeros 11 meses del ciclo agrícola 2017 se consumieron 4 millones 282 mil toneladas de azúcar; en tanto, en el mismo periodo del actual ciclo se tiene un consumo de 4 millones 50 mil toneladas, es decir, 232 mil toneladas menos por las campañas que hablan de dejar de consumir azúcar.

“Los edulcorantes procesados químicamente aparecieron en el mercado hace 30 años y su crecimiento ha coincidido con el deterioro en los índices de salud relacionados con la obesidad”, subrayó.

El IEPS para bebidas azucaradas ha perjudicado al consumidor, puesto que el precio de las bebidas endulzadas ha crecido; no obstante, nada del recurso obtenido ha sido para el fin que se diseñó, que era reducir la obesidad, señaló la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas.

A su vez, El Poder del Consumidor señaló que el presupuesto nacional de salud ha sufrido recortes desde 2013, puesto que el gasto para ese año constituía 3.1 por ciento del gasto total, mientras que para 2018 significó sólo 2.3, por ciento, lo que equivale a una baja de 5.1 mil millones de dólares”.

CHOCOLATEROS

Al respecto, Jorge Castañeda, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), señaló que antes del el impuesto especial a productos de alto valor calórico (IEPS) de 8 por ciento, establecido en 2014, el crecimiento del sector había sido de alrededor de 10 por ciento anual, mientras que ahora está entre 2 y 5 por ciento, dependiendo quién lo mida.

“Al considerar al chocolate como un producto chatarra, la gente ha mostrado resistencia al consumo. Hemos hecho campañas ante el gobierno de que debemos hacer esta desmitificación (sic) del producto”, dijo el representante de la industria.

Asimismo, destacó que del crecimiento que ha mostrado el sector, el chocolate amargo ha tenido un mejor dinamismo, aunque aún tiene un menor porcentaje de participación en el mercado respecto a otras categorías.

Según datos de Aschoco, el chocolate macizo con leche representa 45.1 por ciento del valor de mercado; tabletas rellenas, 25.8; tableta maciza oscura, 18.1, y el macizo blanco, 11 por ciento.

Indicó que pese al bajo crecimiento, la balanza comercial del sector es favorable; durante 2017 se exportaron 645 millones de dólares de chocolate y se importaron 280 millones. De ellos, alrededor de 85 por ciento se exportó a Estados Unidos y 3 por ciento a Canadá.


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