La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé una desaceleración en México al 2.2 por ciento en 2024 desde 3.2 por ciento del 2023, además de que la mayoría de las economías de mayores ingresos en América Latina tendrán un crecimiento modesto este año y el próximo.
El organismo, que tiene su sede en París, dijo en su informe semestral de perspectivas para la región que, en promedio, las principales siete economías latinoamericanas crecerán 1.4 por ciento este año y 2.4 por ciento en 2025, una ralentización después del avance del 1.9 por ciento de 2023.
"En 2025, las perspectivas para la región tienen un tono más positivo, asociado a un mayor crecimiento de la demanda externa, y una menor inflación, ya dentro de los rangos meta de los bancos centrales", dijo OCDE en el informe.
Pero los riesgos económicos continúan sesgados a la baja, ya que "las tensiones geopolíticas globales y la volatilidad en los mercados financieros globales podrían tener un impacto negativo sobre la región", advirtió.
Los desastres climáticos también podrían afectar la actividad, al impactar en las producciones agrícolas en una región clave para los suministros de granos y alterar los precios de las materias primas que se exportan, indicó.
En el desglose de proyecciones, Costa Rica encabeza el crecimiento con un avance previsto de 3.6 por ciento para este año, mientras que Perú y Chile se expandirán ambos 2.3 por ciento en 2024, con perspectivas de otro repunte para el próximo año gracias a una esperada recuperación de los salarios que elevará el consumo y un relajamiento de la política monetaria.
Entre las economías de mayor peso, el organismo espera una ralentización en Brasil al 1.9 por ciento desde la expansión de 2.9 por ciento el año pasado y una desaceleración en México al 2.2 por ciento en 2024 desde el crecimiento de 3.2 por ciento del 2023.
En Brasil, la principal economía de la región, la OCDE considera que el gasto de los hogares será el motor clave de crecimiento, alentado por un robusto mercado laboral; un escenario similar al de México, donde la solidez del empleo sostendrá la demanda interna.
Las perspectivas para Colombia también ofrecen cierto optimismo, puesto que se proyecta un repunte parcial de la inversión a medida que mejoran las condiciones financieras, aunque la inflación ha continuado en niveles elevados a pesar de su trayectoria decreciente.
El informe llama la atención sobre la situación de Argentina, donde prevé que la economía se contraiga 3.3 por ciento este año por el impacto de la hiperinflación y los severos ajustes fiscales que considera "necesarios", pero que lastran el consumo. Para 2025, la OCDE estima una recuperación del PIB al 2.7 por ciento.
"La consolidación fiscal anunciada debería continuar", señaló el reporte sobre la economía argentina. "Junto con el fin de la financiación monetaria y el refuerzo del balance del banco central, dicha consolidación restablecerá la estabilidad macroeconómica", añadió.
MRA