A decir del especialista en inversiones Rodrigo Besoy Sánchez, en los últimos años se ha convertido en tendencia que las Oficinas Familiares apuesten por inversiones en predios agrícolas, haciendo que se reavive el mercado, dado que se revalorizó aún más tras los efectos que ha tenido la pandemia por covid-19.
De igual manera, otro factor estratégico en esta ecuación yace en la puesta en marcha del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que otorga al sector agroalimentario renovadas facultades, y que permitirá a nuestro país, no solo mantener, sino alcanzar un nuevo récord en las exportaciones agrícolas para este 2021, las cuales se estima registrarán 29.5 mil millones de dólares, de acuerdo al Departamento de Agricultura estadounidense.
“La plusvalía de los terrenos agrícolas va en aumento y representa un activo atractivo de inversión para las Oficinas Familiares, lo cual se explica en parte por los cambios en los hábitos de los consumidores, pero sobre todo de los inversionistas; además, se está visionando como alternativa para los portafolios de inversión de las empresas familiares” precisó el experto.
En México, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de los 198 millones de hectáreas existentes en territorio nacional, al menos 145 millones de ellas se utilizan para la actividad agropecuaria, y específicamente 30 millones son tierras de cultivo.
“Lo que se observa con respecto al escenario de los predios agrícolas apunta a dos premisas: la primera tiene que ver con la pandemia, ya que muchas personas han buscando y probado alternativas de vida fuera de las grandes ciudades, y la segunda, tiene que ver con las bondades que otorga la propia agricultura, que en palabras de expertos financieros, será una de las actividades que tendrá mayor recuperación postpandemia, lo que nos podría dar a pensar que 4 por ciento de aportación al PIB pueda incrementarse en el corto o mediano plazo” indicó Rodrigo Besoy.
Asimismo, el especialista subrayó que una de las características que las Oficinas Familiares han percibido en esta tendencia radica en los efectos climáticos cambiantes en los últimos años, porque si bien existen muchas hectáreas disponibles para cultivo, estas se reducen en oferta, dadas las condiciones para hacerlas producir, mientras que la demanda sigue en aumento, ya sea para cultivo u otros usos.
Finalmente, Rodrigo Besoy Sánchez dijo que, en otras latitudes, como por ejemplo Chile, las Oficinas Familiares tienen al menos un campo de cultivo, lo que apunta a que otros países sigan la misma línea.
“Las Oficinas Familiares en México tienen ante sí, la gran ventaja de que el territorio nacional posee una diversidad inigualable en el mundo, que además concentra casi todos los climas existentes, y si a eso sumamos las ventajas competitivas que otorgan los recién suscritos tratados comerciales internacionales en materia de agrícola, encontramos que seguirán elevando su plusvalía los terrenos y/o campos de este tipo” concluyó.
MRA