La Organización Mundial del Comercio (OMC) decidió constituir grupos de arbitraje para dirimir en la disputa que enfrenta a seis países y a la Unión Europa con Estados Unidos por los aranceles adicionales que este último país ha impuesto a productos de acero y aluminio.
La decisión fue adoptada en una reunión del Órgano de Solución de Diferencias, tras recibir una segunda solicitud en este sentido de las partes que se consideran afectadas por la medida arancelaria, después de que Estados Unidos bloqueara un primer intento.
China, Canadá, México, Noruega, Rusia y Turquía, así como la Unión Europea como bloque, piden que un panel de expertos de la OMC analice el caso y determine si los aranceles son acordes con las normas comerciales internacionales.
Durante las discusiones, Estados Unidos no aceptó la sugerencia de los países demandantes para que -en vista de que el contenido de sus denuncias es prácticamente idéntico- los seis casos sean estudiados por un único panel de arbitraje compuesto de tres miembros.
Las medidas denunciadas son la imposición de un 10 por ciento de aranceles adicionales a productos de aluminio y del 25 por ciento a ciertos productos de acero.
En el caso sobre el acero y el aluminio, los expertos del Órgano de Solución de Diferencias (OSD) deberán pronunciarse sobre los aranceles estadunidenses.
A pedido de Estados Unidos, los expertos de la OMC deberán también pronunciarse sobre la legalidad de diversas medidas de represalia tomadas los últimos meses por la Unión Europea, Canadá y China contra los productos estadunidenses.
Representantes diplomáticos de los siete países repitieron en gran medida que el argumento de "seguridad nacional" con el que Estados Unidos ha querido justificar la subida arancelaria no es válida, y que en realidad se trata de medidas para proteger esas industrias nacionales de la competencia de las importaciones.
Canadá consideró "inconcebible" que alguien pueda pensar que sus exportaciones de acero y aluminio al país vecino puedan implicar una amenaza a su seguridad nacional, mientras que México advirtió de que el uso de tal justificación está conduciendo al sistema multilateral de comercio a una crisis.
Estados Unidos se defendió y acusó a China de utilizar la OMC para promover políticas comerciales que no respetan los principios del mercado e impedir que otros Estados miembros de la organización puedan defenderse de políticas que distorsionan el comercio.