Otro revés para México

FT Mercados

Líderes políticos y empresariales critican los nuevos aranceles de EU contra México.

Trump dijo que EU impondrá aranceles de 5% a partir del 10 de junio; uno de los sectores más afectados será el automotriz.
James Politi
Ciudad de México /

El plan de Donald Trump de imponer aranceles progresivos a México provocó una reacción política negativa y una amenaza de posibles acciones legales por parte de grupos empresariales, ya que los legisladores y ejecutivos de ambos lados de la frontera están preocupados por la repentina nueva amenaza a las economías de América del Norte.

Funcionarios de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (EU) dijeron que el movimiento de Trump pone en peligro las perspectivas de ratificar el acuerdo que se alcanzó con México y Canadá para modernizar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

 También mencionó que evalúan vías legales con el objetivo de detener los aranceles, por lo que la Casa Blanca invocó poderes de emergencia para hacer frente a lo que califica como una crisis de migración.

Juntar el comercio y la inmigración crearía un “cóctel Molotov de política” que estaba destinado a causar sufrimiento, advirtió Jay Timmons, quien preside la Asociación Nacional de Fabricación en EU, el viernes pasado.

“Estos nuevos aranceles tendrían consecuencias devastadoras para los fabricantes en EU y para los consumidores estadounidenses”, dijo Timmons. “Hemos llevado nuestras preocupaciones a los niveles más altos de la administración y les instamos firmemente a que consideren con cuidado el impacto que tendrá esta acción en las familias trabajadoras de todo el país”.

El Dato.

25%

aumentarían los aranceles a los productos mexicanos en octubre si el gobierno mexicano no toma medidas contra la migración


En México, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Coparmex, dijo que los gravámenes serían “un tremendo revés”. Y agregó que “es imposible calcular la seriedad en este punto; sería una regresión de 35 o 40 años en la relación entre ambos países”.

La consternación se alimentó por la naturaleza inesperada del movimiento de Trump. Si bien las tensiones sobre la inmigración están latentes entre Washington y la Ciudad de México, pocos cabilderos, inversionistas o funcionarios creían que el presidente estadounidense estuviera dispuesto a participar en una batalla de aranceles de este tipo.

De acuerdo con el plan que se presentó el jueves, la Casa Blanca impondrá gravámenes de 5% a partir del 10 de junio a todos los productos mexicanos, y si EU considera que México no tomó las medidas suficientes para contener la migración, los aumentará gradualmente hasta llegar a 25% en octubre. 

Uno de los sectores que probablemente resulten más afectados será la industria automotriz de EU, que tiene una fuerte dependencia de las importaciones de vehículos y piezas. La agricultura podría ser otro sector que resienta el embate de los posibles aranceles de represalia que imponga México.

“Cualquier barrera que se imponga al flujo de comercio a través de la frontera entre México y EU tendrá un efecto de cascada: perjudicará a los consumidores estadounidenses; amenazará los empleos e inversiones de EU, y reducirá el progreso económico que la administración trata de reavivar”, dijo David Schwietert, presidente interino de Auto Alliance.

 Peter Navarro, el asesor comercial de la Casa Blanca, trató de contener el furor mientras los negocios daban vueltas. “Le sugeriría a los inversionistas que vean esto con calma, esto es realmente un movimiento brillante que hace el presidente para llamar la atención de México”, dijo.

 “El presidente más ruidoso de EU en materia de inmigración fracasó en nuestras fronteras”, dijo Dick Durbin, un senador demócrata de Illinois. “En su frustración, promete una nueva ronda de aranceles que elevará los precios para los estadounidenses, al eliminar nuestros empleos y afectar con más fuerza a los agricultores y empresas de Illinois. ¿Cuánto más puede resistir nuestra nación de este ‘genio estable’?”.



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