En la última década, la participación de las mujeres en la fuerza laboral aumentó y su grado de escolaridad superó al de los hombres; sin embargo, las mujeres son las que más se ocupan en el sector informal y la participación en la ocupación total es menor que la de los hombres, revelaron cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre 2010 y 2020, la Población Económicamente Activa (PEA), que representa a la fuerza laboral, presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 1.4 por ciento y pasó de un volumen de 48.5 millones de personas a 55.9 millones. El ritmo de crecimiento promedio anual de la PEA masculina fue de 1.2 por ciento y el de la PEA femenina de 1.9 por ciento.
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Hasta 2019, la tasa de crecimiento promedio anual del total de la PEA había sido de 1.9 por ciento; la masculina y la femenina se expandían a tasas de 1.5 por ciento y 2.7 por ciento, respectivamente. En términos absolutos la PEA total había alcanzado 57.6 millones y la femenina 22.8 millones. Lo acontecido en 2020 redujo estas cifras: 1.7 millones personas salieron de la fuerza laboral; de ellas, 1.1 millones fueron mujeres.
Escolaridad
En términos de escolaridad, el promedio de años concluidos del total de la PEA en el periodo 2010-2020 pasó de 9.3 a 10.3. El promedio de las mujeres ha superado al de los hombres, pues en 2010 fue de 9.7 (9 en los hombres) y de 10.8 en 2020 (10 en la población masculina).
Mujeres en la informalidad
El Inegi explicó que a pesar de que hubo una importante incorporación de la población femenina en la ocupación a lo largo de la segunda década del siglo XXI, las mujeres todavía tienen menor peso relativo en la ocupación, y lo tienen aún menos en la ocupación formal que en la informal.
En 2020, de la ocupación total del país, 21.6 por ciento se conformó por mujeres a las que corresponde una situación de informalidad y 17.3 por ciento una formal; una brecha de 4.3 puntos porcentuales a favor de la informalidad.
En el año 2010, 22.3 por ciento de la ocupación total era de mujeres en situación de informalidad y 15.1 por ciento de mujeres en la formalidad, de modo que la brecha era sensiblemente mayor (7.2 puntos porcentuales).
En general, a lo largo de la segunda década, hay una mayor incorporación al mercado formal, no obstante, sin alcanzar a cambiar el fiel de la balanza a favor de la inserción formal. La informalidad sigue siendo la vía principal de incorporación laboral en México.
lvm