El Centro Procesador de Gas en Reynosa, perteneciente a Petróleos Mexicanos (Pemex), suma 7 años con baja en la producción, instalación subutilizada en un 75 por ciento a pesar de las reservas del hidrocarburo reportadas por la Secretaría de Energía y los proyectos privados para obtenerlo tras la reforma en el sector.
Esta situación, mencionó el Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), es una muestra de la situación de la industria en el país. Por ello, aún y con esa perspectiva, se requiere un recurso mayor para sacar el volumen no solo en la Cuenca de Burgos, también en otras regiones como Tampico-Misantla, Sabinas, el sureste y el Golfo de México.
Dentro de la reunión de los integrantes y mostrada en sus redes sociales, el organismo detalló el momento de la actividad con un alto potencial de desarrollo. Tan solo con datos oficiales, es el sexto país con más reservas de gas shale, sin embargo, necesita un capital más elevado.
“Todo comenzó a partir del 2014 cuando empezó a declinar la producción. Se procesan 331 millones de pies cúbicos diarios, esto hasta el 2021, cuando su capacidad es de mil 200 millones. Esto es un reflejo de la producción de gas en México, actualmente en niveles muy bajos”, señalaron los integrantes del organismo civil.
Del tope al desplome
Por ejemplo en el 2013 se alcanzó el máximo potencial anual de 940 millones de pies cúbicos. Un año más tarde empezó un declive, todo lo contrario a lo pronosticado por la empresa productiva del Estado en la primera década del siglo cuando se decidió aumentar la capacidad.
“La decisión de poner en operación plantas en Burgos fue por las reservas naturales detectadas en 2002. Dos arrancaron funciones en 2004; después, hubo dos más en el 2006 y se generaron 800 millones de pies cúbicos. Se llenaron y con más reservas se pusieron en marcha las 5 y 6 en el 2008. En alguna parte de este proceso si se alcanzó la meta de mil 200 millones, sin embargo, el promedio anual no rebasó los 950 millones de pies cúbicos de gas”, explicaron.
Otras proyecciones
De acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía y del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas), la Cuenca de Burgos alcanza en el corto plazo obtenerse 700 millones de pies cúbicos, pero la IMIQ planteó destinar la inversión suficiente tanto de Pemex y empresas privadas, a fin de poder obtener los hidrocarburos.
Por su parte a mediano plazo la región Tampico-Misantla es una de las más ricas e incluso supera a toda la región marina del Golfo de México. El primero supera los mil millones de pies cúbicos, por encima de Sabinas (proyección de 600 millones y 500 millones de pies cúbicos se estiman extraer del mar.