En México operan 50 bancos comerciales; sin embargo, la penetración crediticia es de apenas 20 por ciento, mientras que Chile, el país con la penetración crediticia más alta de América Latina, del 84 por ciento, cuenta con apenas 20 bancos, Brasil, con 55 por ciento; Colombia, con 49 por ciento; y Perú, con 25 por ciento, también superan a México en este rubro.
Grupo Financiero Banorte consideró que, a pesar de la fortaleza del sistema financiero, el lento avance del crédito en nuestro país obedece aún a los efectos de la nacionalización de banca, a una regulación más estricta que en otros países de la región y a la falta de estado de derecho.
En el podcast Norte Económico, el área de análisis del grupo liderado por Gabriel Casillas y Alejandro Padilla señalaron que los beneficios de fortalecer la bancarización son un aumento estructural del PIB y un mayor alcance de las acciones de política monetaria; por lo que aseguraron que el uso de la tecnología será de gran apoyo para exponenciar el desarrollo del sistema financiero.
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“Lo más importante es que sí se necesita aumentar la bancarización de México, pero sin perder de vista que hay que tener una regulación muy buena. El sistema financiero mexicano está muy fuerte, afortunadamente, y creo que es muy importante porque una de las recesiones más fuertes que estamos viviendo ahorita con la pandemia de covid, no se convierta en la peor crisis. Entonces, es muy importante, y hacia adelante, consideramos que la tecnología será importante para impulsar el desarrollo financiero de nuestro país".
Sin embargo, explicaron que el proceso para revertir la nacionalización fue difícil y tardó muchos años en concretarse. Además, cuando la banca comercial regresó al sector privado en 1992, con un marco regulatorio y una supervisión débil, quedó expuesta a los efectos de la crisis de 1994, lo que llevó la penetración crediticia a mínimos por debajo de 5 por ciento del PIB.
Así mismo, después de la crisis de los 90, México implementó una regulación muy restrictiva, comparada con la de otros países, lo cual fortaleció su sistema financiero, pero alentó el crecimiento del crédito.
Finalmente, a pesar de que las leyes en el país son estrictas, Casillas aseveró que la instrumentación no siempre lo ha sido. Un ejemplo es la dificultad para recuperar un bien inmueble cuando un crédito se vuelve impagable, proceso que toma entre dos y tres años en promedio en México, mientras que en países como Brasil demora entre seis y ocho meses.
Los analistas hicieron un llamado a incrementar la bancarización, ya que tiene distintas implicaciones para la economía, principalmente un aumento estructural, sostenible y de largo plazo del PIB, así como un mayor alcance de las acciones de política monetaria por parte de los bancos centrales.
“La correlación positiva entre mayor bancarización y mejores niveles de desarrollo, así que definitivamente se vuelve algo muy importante. Son temas que hemos estado tocando en otros podcasts. Y bueno, en relación a la política monetaria, pues efectivamente, entre mayor sea el nivel de bancarización o la penetración, esto también ayuda a que cualquier acción de política monetaria tenga un impacto mucho más importante en la economía. Es algo que se ve de manera mucho más clara, sobre todo, cuando comparamos economías emergentes”, explicó Alejandro Padilla.
srgs