Las pérdidas económicas por posible fraude en comercio electrónico ascendieron a más de mil 200 millones de pesos durante el periodo enero a marzo de este año, 84 por ciento más respecto a los más de
661 millones de pesos en pérdidas registrados en el mismo periodo del año anterior, informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En conferencia, el presidente del organismo, Mario Di Costanzo, detalló que de dicho monto, 67 por ciento se realizó a través de las compras electrónicas con tarjetas de crédito, mientras que 33 por ciento fueron con las de débito.
“Esta evolución o crecimiento de los fraudes en comercio electrónico sugiere la urgente necesidad de que las plataformas de e-commerce cuenten con mecanismos adicionales de autenticación de sus usuarios”.
En total, las quejas que en el primer trimestre los usuarios presentaron contra los bancos por posible fraude en comercio electrónico sumaron un millón 4 mil 878.
Las mayores quejas en este rubro fueron para Banco Santander, con 28 por ciento; Citibanamex, 26 por ciento; Banorte Ixe, 25 por ciento; BBVA Bancomer, 9, y Banco Inbursa, con 4 por ciento.
Este tipo de compras se enfocan principalmente a ropa a través de plataformas como Sears, descargas digitales, música, películas y videos a través de Netflix o Spotify; transporte con Uber y pasatiempos, entre otros.
Los comercios “exigen guardar la información de la tarjeta de débito, no existen lineamientos que obliguen a los comercios a proteger las bases de datos de la información guardada de los compradores y esto facilita los hackeos, los robos de identidad”.
Según la Condusef, en las compras de comercio electrónico hay dos tipos de vulnerabilidades: en los datos y en la identidad de usuario y esto es porque no existen lineamientos que obliguen a los comercios a proteger las bases de datos de la información guardada.
Además, solo a excepción de una plataforma de las 13 analizadas por el órgano regulador, cuenta con método de seguridad adicional para validar la identidad del tenedor de la tarjeta.
Di Costanzo manifestó que en octubre de este año se espera la publicación de una norma oficial por parte de la Secretaría de Economía en materia de seguridad en comercio electrónico, en la cual por los tiempos prevén podrían incorporar algunas recomendaciones.
Al cierre del primer trimestre de este año, la Condusef registró 2 millones 179 mil reclamaciones a bancos, 6 por ciento más que el mismo periodo de 2017; de éstas, 78 por ciento fueron por posible fraude; es decir, un millón 699 mil 815, lo que representa un crecimiento de 13 por ciento, contra el mismo trimestre de 2017.
Informó que para prevenir la comisión de fraudes, ya se firmó un convenio con la División Científica de la Policía Federal para lanzar una aplicación con la que los usuarios podrán consultar si los mensajes, páginas de internet, llamadas telefónicas y otros sitios son legales, seguros o no.
En un informe remitido a la Comisión Permanente, detalló que el año pasado, la empresa Norton ubicó a México como el séptimo país menos seguro para realizar comercio electrónico a escala internacional, pues 33 millones de mexicanos que hicieron operaciones financieras por internet fueron víctimas de ataques cibernéticos, 47 por ciento más que en 2016.
SIN SEGURIDAD
Las organizaciones mexicanas, ya sean empresas, gobiernos o escuelas, no renuevan sus sistemas de seguridad informática ni invierten lo suficiente en este rubro, por lo cual han aumentado los ataques en el país.
En entrevista con MILENIO, Hugo Werner, vicepresidente regional de la firma de ciberseguridad Akamai, dijo que ha detectado que en México ese es el principal problema para los ataques. Explicó que el nivel de inversión que deben hacer las organizaciones en México está muy por debajo del promedio, pues una empresa debería invertir 15 por ciento de su presupuesto destinado a tecnología, en seguridad, y en el país se gasta menos de 10 por ciento.
Pérdidas de 1,200 mdp por fraude electrónico
Mario Di Costanzo urge a que las plataformas de ventas en línea tengan mecanismos adicionales de autentificación de sus usuarios.
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