La agencia calificadora Moody’s Investors Service tiene para 2020 una perspectiva crediticia negativa para los estados mexicanos, debido a las expectativas de un crecimiento históricamente bajo en las transferencias federales, derivado de un desempeño económico débil, combinado con un margen limitado para recortar el gasto.
En un documento, indicó que el crecimiento de transferencias federales será uno de los menores de los últimos diez años, pues el aumento esperado del Producto Interno Bruto (PIB) para 2019 y 2020 estará por debajo del promedio observado en el periodo 2011-2018, lo que limita el incremento de las participaciones (transferencias no etiquetadas) que están en función de la recaudación federal.
Moody’s estima que el crecimiento de las participaciones en 2020 será de alrededor 3.4 por ciento, menos de la mitad del promedio de 8.6 por ciento observado en el periodo 2011-2018. Estas transferencias representaron 40 por ciento de los ingresos totales en 2018.
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Detalló que las aportaciones que cubren gastos destinados a salud, educación y seguridad, crecerán solamente 3.2 por ciento y estas transferencias representaron 37 por ciento de los ingresos totales en 2018.
Adicionalmente, añadió la agencia, si bien el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) se mantendrá estable y podrá cubrir una caída en participaciones, las iniciativas para incrementar los ingresos propios en algunos estados son positivas, pero no compensarían la baja en transferencias federales.
En tanto, agregó, los gastos operativos seguirán creciendo y los gastos de capital se han reducido a niveles mínimos; además, las elecciones en 2021 podrían limitar aún más la contención del gasto y cambios a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios (LDF) podrían modificar la tendencia de deuda y de finanzas públicas.
lvm