La Alianza Mexicana contra el Fracking informó que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2024, se destinó a obras que involucran la técnica de fractura hidráulica, 4 mil 063 millones de pesos, lo que representa una reducción de 50 por ciento (en términos reales) con respecto a lo asignado en 2023.
En un comunicado, explicó que como en los años previos de la presente administración, nuevamente la propuesta de presupuesto de egresos para el próximo año asigna presupuesto para utilizar la técnica de fracking en dos proyectos, Aceite Terciario del Golfo (ATG) y Aceite y gas en Lutitas.
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"A lo largo del sexenio se mantuvo una inyección constante de recursos al fracking, con lo que en los hechos se contradicen las promesas del Presidente. Hacemos un llamado a la 4T a prohibir de manera efectiva la fractura hidráulica, por sus impactos en el agua, en el ambiente y en la salud", indicó la organización.
El colectivo aseguró que si bien es positivo que se reduzca el presupuesto, no basta para cumplir con el compromiso 75 del presidente López Obrador, de prohibir “métodos de extracción de materias primas que afecten la naturaleza y agoten las vertientes de agua, como el fracking” y se siguen asignando recursos a esta técnica.
Durante este sexenio, Pemex realizó fracking ejerciendo el 55 por ciento de los recursos asignados a proyectos que requieren el uso de esta técnica. Asimismo, en 2020 la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) reconoció la existencia de seis asignaciones petroleras con planes de exploración en yacimientos no convencionales en diversas áreas, y que se habrían perforado al menos 27 pozos horizontales con fracking.
"A pesar de esta contradicción, la actual administración aún tiene tiempo de cumplir; le quedan 12 meses para emitir un decreto o ley que prohíba esta tecnología y dé cabal cumplimiento al compromiso del Presidente con el pueblo de México antes de cerrar su periodo de gobierno".
La alianza explicó que esta técnica requiere enormes cantidades de agua, por lo que compromete la disponibilidad del líquido para las poblaciones vecinas. Por lo que destinar agua al fracking en un país con estrés hídrico, y en un contexto de cambio climático y alteración del régimen de lluvias no es aceptable.
"El agua se mezcla con sustancias químicas de alta toxicidad para los seres vivos, incluyendo las personas. Una parte importante de esta agua contaminada se va al subsuelo y puede contaminar otros acuíferos. Además de las filtraciones al subsuelo, se producen fugas, derrames y emisiones que contaminan el aire, el agua, las tierras de cultivo y pastura".
srgs