El peso mexicano inició la sesión cotizando alrededor de 20.03 unidades por dólar, mostrando una depreciación de 0.5 por ciento, lo que es equivalente a 9.9 centavos. Con esta cifra, se convirtió en la segunda divisa más depreciada entre los principales cruces frente al dólar.
Estas presiones al alza son impulsadas en su mayoría a la aversión al riesgo sobre México, luego de que se aprobara en lo general y en lo particular la reforma del Poder Judicial en la Cámara de Diputados.
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De acuerdo con analistas, esta reforma puede comprometer la independencia del Poder Judicial, debilitar la democracia y, en consecuencia, reducir la inversión extranjera directa, además de afectar la relación comercial con Estados Unidos y Canadá.
“Esta reciente volatilidad en el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar estadounidense, motivada por ajustes en las tasas de interés, está generado efectos importantes en la balanza comercial de México”, dijo Felipe Mendoza, analista de mercados para ATFX LATAM
Tanto los importadores como los exportadores se ven afectados de manera distinta debido a la fluctuación del tipo de cambio, señaló, lo que puede incrementar la incertidumbre en sus transacciones internacionales.
"La inestabilidad del tipo de cambio no solo representa un reto para la planeación financiera, sino también un riesgo inherente para el comercio bilateral entre México y Estados Unidos”, resaltó.
Explicó que esto se puede convertir en un problema estructural para ambas economías, particularmente para México ya que para los importadores, la depreciación del peso frente al dólar puede significar un aumento en los costos de adquisición de bienes y servicios,afectando negativamente sus márgenes de beneficio.
Por otro lado, para los exportadores mexicanos una depreciación del peso puede mejorar su competitividad al abaratar sus productos en el mercado estadounidense, pero también traer consigo problemas de cobertura y planificación financiera, indicó.
“Esta volatilidad complica la gestión del riesgo cambiario y obliga a las empresas a adoptar estrategias de cobertura cambiaria para minimizar sus pérdidas potenciales”, dijo Mendoza.
En esta situación, comentó que los analistas e inversionistas pueden anticipar movimientos en los mercados utilizando diversos indicadores de volatilidad y de análisis de sentimiento del mercado, como el VIX y otros índices de referencia que miden las expectativas de volatilidad implícita.
“Con estas herramientas los inversionistas e incluso los exportadores e importadores, analizan ratios de márgenes en los precios de las tasas; eso permite a los analistas ajustar sus expectativas teniendo referencias de rangos en los que se pueden mover esas fluctuaciones en plazos diarios, semanales o mensuales”, dijo.
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MATP