El petróleo decayó ante el aumento inesperado en las reservas de crudo y al crecimiento en los inventarios de combustible de Estados Unidos durante la semana pasada.
El Brent cedió 1.13 dólares, o 1,3 por ciento, a 85.27 dólares el barril; luego de que ayer cerrará en máximos de siete años.
En tanto, el precio del crudo estadunidense, West Texas Intermediate (WTI), bajó 1.44 dólares; o 1.7 por ciento, a 83.21 dólares por barril, después de ganar 1.1 por ciento en la sesión anterior.
De acuerdo con cifras de la API, en la semana del 22 octubre, los inventarios de crudo estadunidense incrementaron en 2.3 millones de barriles. Esta cifra superó las expectativas de un alza de 1.9 millones de barriles.
Por otro lado, los analistas señalan que, con el crecimiento reciente en los precios del Brent y WTI, los costos están comenzando a parecer sobrecomprados.
"Salvo más titulares alcistas, lo cual es posible considerando lo que vimos ayer, podríamos ver alguna toma de ganancias en Brent y WTI que sería saludable para el mercado." expresó Craig Erlam, analista senior de mercado de OANDA.
Por otra parte, los tanques de almacenamiento en el centro de entrega de petróleo WTI de Cushing, Oklahoma, están más agotados de lo que han estado en los últimos tres años. En tanto, los precios del crudo estadunidense, a largo plazo, apuntan a que los suministros se mantendrán en esos niveles durante meses.
No obstante, la pandemia por COVID-19 afectó la demanda por meses; lo que ha generado una cierta incertidumbre sobre la estabilidad de los precios.
"El mercado mundial del petróleo todavía está en riesgo debido a que no se frena completamente al coronavirus y a sus variantes," dijo Stephen Brennock, de la corredora petrolera PVM.
Asimismo, recordó que los costos se vieron sumamente afectados durante el brote del verano boreal y que "eso podría volver a ocurrir si la situación empeora".
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