El petróleo alcanza un máximo de varios años sobre 83 dólares por barril. Esto, tras la negativa de OPEP+ por aumentar la producción, aunado a las preocupaciones sobre la ajustada oferta de energía a nivel global.
Posteriormente, el mercado borró esas ganancias a causa de un reporte del Instituto Americano del Petróleo (API) que mostró un incremento en los inventarios del crudo en Estados Unidos; por lo que indicadores técnicos sugieren que el petróleo ha subido demasiado rápido, según expertos.
El API menciono que hubo un aumento de 951 mil barriles en la semana al 1 de octubre. Mientras que la existencia de gasolina y destilados también mostraron un crecimiento.
El crudo Brent caía 40 centavos, o 0.5 por ciento, a 82.16 dólares. Luego de tocar su cifra más alta desde octubre del 2018 a 83.47 dólares.
Mientras que los futuros del petróleo estadunidense perdían 35 centavos, a 78.58 dólares, algo que no se había visto desde noviembre del 2018 con 79.78 dólares.
El lunes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos como la OPEP+, optaron por no elevar la producción, como lo solicitaban Estados Unidos y otras naciones consumidoras.
Esta situación, en conjunto con la crisis energética actual, ha impactado en el precio del crudo.
"Se está desarrollando una crisis energética cuando el invierno en el hemisferio norte aún no comienza, lo que prepara el escenario para precios del petróleo aún más altos" expresó Stephen Brennock, de la corredora de crudo PVM.
El precio del Brent ha subido más de 50 por ciento este año, lo que se suma a la presión inflacionaria que podría ralentizar la recuperación de la pandemia.
En tanto, el gas natural ha alcanzado un pico récord en Europa y los precios del carbón de los principales exportadores también han alcanzado máximos históricos.
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