Philip Morris lamenta prohibición a la importación de cigarro electrónico

El mayor productor a escala global de la industria tabacalera expuso que la prohibición a la importación de estos productos no encuentra sustento en la opinión de expertos.

Philip Morris International es la mayor empresa tabacalera del mundo. /AFP
Cristina Ochoa
Ciudad de México /

Philip Morris, productora de los cigarros Marlboro, lamentó “la postura prohibicionista” del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por cerrar la importación y venta de cigarros electrónicos, ya que incrementará el incentivo para el mercado ilegal.

En una postura enviada a MILENIO, la mayor productora a escala global de la industria tabacalera, expuso que la prohibición del gobierno federal no encuentra sustento en la evidencia nacional ni en la opinión de expertos nacionales e internacionales que dijo, coinciden en que aumenta el riesgo para el consumidor y facilita el acceso para menores de edad, a la vez que hace que los usuarios que ya consumían opciones menos dañinas vuelvan al cigarro convencional.

En octubre de 2019, Philip Morris comenzó la comercialización de su producto de tabaco para calentar, el IQOS, mismo que con el decreto entraría dentro de los productos prohibidos.

“Aunque seguimos analizando el alcance y contenido del Decreto Presidencial, es importante aclarar que IQOS de Philip Morris México no es un cigarro electrónico, sino un dispositivo que calienta unidades de tabaco y cuenta con un marco regulatorio definido por las Normas Oficiales Mexicanas y por la Ley General del Control del Tabaco”, finalizó la compañía.
"Aunque seguimos analizando el alcance y contenido del Decreto Presidencial, es importante aclarar que IQOS de Philip Morris México no es un cigarro electrónico, sino un dispositivo que calienta unidades de tabaco y cuenta con un marco regulatorio definido por las Normas Oficiales Mexicanas y por la Ley General del Control del Tabaco.
En todo caso, lamentamos la postura prohibicionista del gobierno federal que no encuentra sustento ni en la evidencia nacional (según la propia Secretaría de Salud existen más de 5 millones de usuarios de "cigarros electrónicos"), ni en la opinión de expertos nacionales e internacionales que coinciden en que la prohibición abre la puerta y aumenta el incentivo para un mercado ilegal, que elimina controles de calidad, aumenta el riesgo para el consumidor, facilita el acceso para menores de edad y hace que los usuarios que ya consumían opciones menos dañinas, regresen al cigarro convencional", expuso.

lvm

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