Por primera vez desde la crisis mundial de 2009 la economía mexicana tuvo un mal desempeño en 2019, algo que analistas económicos atribuyeron al cambio de gobierno, la incertidumbre en el sector empresarial y la lenta ejecución del gasto público, a diferencia de hace 10 años, cuando la caída obedeció a factores externos al país. Para el presidente, Andrés Manuel López Obrador, más que el PIB, los parámetros para medir el bienestar en México son que haya desarrollo y bienestar.
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“Ya se esperaba, pero están cambiando los parámetros para medir si tenemos bienestar en México, en nuestra sociedad. Y como tengo otros datos, puedo decirles que hay bienestar, puede ser que no se tenga crecimiento, pero hay desarrollo y hay bienestar, que son distintos”, explicó el Presidente.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que con base en cifras originales, y de forma preliminar, el producto interno bruto (PIB) cayó 0.1 por ciento respecto a 2018.
El resultado se debió a un retroceso de 1.7 por ciento en las actividades secundarias (minería, generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, construcción e industrias manufactureras) que no pudo ser compensado con el incremento de 1.9 por ciento en las primarias (agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza) y de 0.5 por ciento en las terciarias (comercio, servicios y turismo).
“No se trató de un choque en algún sector de la economía que se contagiara al resto, como en otros periodos de estancamiento o recesión, sino de un deterioro gradual de la confianza de los agentes económicos, que se tradujo en menor inversión y producción industrial, lo que a su vez impactó en una menor creación de empleo que en años previos y un estancamiento del consumo”, consideró Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base.
Para Banorte, el resultado obedeció a la moderación asociada al primer año de una nueva administración federal, impactando tanto a la inversión pública como privada, así como al retraso en el abasto de combustibles, algunas huelgas y en el extranjero a principio de año.
También consideró los bloqueos ferrocarrileros en Michoacán y la suspensión de proyectos de construcción en Ciudad de México, así como la incertidumbre comercial que afectó mayormente al sector manufacturero, en un contexto de tensiones entre Estados Unidos y China, renovadas amenazas de aranceles a México y dificultades para la aprobación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El resultado del PIB de 2019 contrasta con lo estimado por la Secretaría de Hacienda, que calculó que se registraría un crecimiento de entre 0.6 y 1.2 por ciento, y queda muy lejos de la senda del 4.0 por ciento que el Presidente ha dicho se alcanzará en su sexenio.
Organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimaron un crecimiento nulo, mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó un crecimiento de 0.2 por ciento.
La contracción en el primer año del actual gobierno es la primera desde el arranque de la administración de Vicente Fox, cuando el PIB cayó 0.4 por ciento. En contraste, en el primer año de Felipe Calderón el PIB creció 2.3 por ciento y en el de Enrique Peña Nieto 1.4 por ciento.
Los resultados registrados por el Inegi no sorprendieron a López Obrador, quien reconoció que “ya esperaba”, pero insistió en que la medición del avance de un país debe ir más allá de la sola medición del PIB.
“Acuérdense que estos parámetros los establecieron, ya existían desde luego, pero los volvieron como la base, como el fundamento para medir el desarrollo durante el periodo neoliberal. A mí no me importa mucho porque, repito, crecer puede significar que haya más dinero en unas cuantas manos”, dijo durante su conferencia matutina.
PERSPECTIVAS
Para 2020 analistas esperan una recuperación gradual del crecimiento a una tasa anual de entre 0.2 y 0.7 por ciento, pero para que dicho escenario se materialice será necesaria una recuperación de confianza de los inversionistas, que se recupere el gasto en inversión pública y que las exportaciones gradualmente recobren el dinamismo de años previos.
“Nuestro estimado pone a la economía en mejor posición hacia el inicio de este año”, señaló Banorte en un análisis que anticipa que en 2020 el PIB avanzará 0.8 por ciento. Banco Base estima que habrá una recuperación gradual del crecimiento económico, a una tasa anual entre 0.2 y 0.7 por ciento.
Ve por Más añadió que la economía responderá positivamente a menores tasas de interés, mayor eficacia en la aplicación del gasto público y disipación de la incertidumbre relacionada con el T-MEC.
BBVA mantuvo su estimado de crecimiento en 1.5 por ciento, considerando las señales de certidumbre a raíz de la firma del T-MEC, el Plan Nacional de Infraestructura y el anuncio de más de cien proyectos de inversión en materia energética.
CLAVES
ESTIMADOS 2020
La Secretaría de Hacienda prevé que el crecimiento económico de México alcanzará un nivel entre 1.5 y 2.5 por ciento; el Banco Mundial prevé un nivel de 1.2 por ciento, el FMI de 1.0, la Cepal de 1.3 y la OCDE de 1.2 por ciento.
BANCOS SE ESTANCAN
Los bancos que operan en México resintieron la desaceleración que mantuvo la economía durante 2019 reportando un crecimiento en sus ganancias de 1.0 por ciento anual al acumular 163 mil millones de pesos, apenas 6 mil millones más comparados con el mismo periodo de 2018.
CRECIMIENTO EN EU
La economía estadunidense creció 2.3 por ciento en 2019, su nivel más bajo desde el 2016, incumpliendo las estimaciones de crecimiento de 3.0 por ciento fijadas por el gobierno del presidente Donald Trump.
Con información de: Karen Guzmán.