La política energética del próximo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede servir como el impulso que México necesita para retomar las inversiones que se estaban realizando en energías renovables y quedaron en pausa con la nueva administración, indicó la socia de la oficina de Hogan Lovells México, Brenda Rogel
"La política energética de Baiden es clara y está considerando la producción eléctrica libre de carbono para 2025. Esto significa que tendremos una acelerada transición hacia energías renovables. Se espera que Estados Unidos no solamente promueva esta transición dentro del país sino que también a escala global", explicó.
La especialista en derecho ambiental, apuntó que en México la mayoría de los inversionistas en el mercado de energías renovables son norteamericanos, por lo que se verá un gran interés por parte de la administración Biden, para influenciar y contrarrestar las recientes políticas y decisiones que tomó el gobierno de México.
El despacho internacional Hogan Lovells prevé que el nuevo presidente Biden elimine los beneficios al carbón que el presidente Trump había establecido, y también se quiten los subsidios en la extracción así como en la producción de combustibles fósiles.
- Te recomendamos PIB repuntó 12.1% en tercer trimestre de 2020, informó Inegi Negocios
"Es claro que en este punto las energías renovables van a tener una segunda ventaja sobre las fuentes de energía basadas únicamente en carbón", comentó Brenda Rogel.
Un ejemplo de estas decisiones de México en cuanto a renovables es la suspensión de las pruebas operativas para plantas de energía eólica y fotovoltaica que se publicó por parte del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) el pasado mes de mayo.
La socia de Hogan Lovells dijo que también se suma la modificación de la política de confiabilidad por parte de la Secretaría de Energía (Sener) al sistema eléctrico, mediante el cual trata de organizar el sistema eléctrico para dar prioridad a la operación de CFE.
"Uno de los efectos inmediatos de esa política es que modifica el régimen de despacho económico, es decir, se privilegia el uso de la energía que está producida por CFE, si consideras que la energía más barata que llega el sistema debe ser la primera que debe utilizarse para cubrir la demanda", añadió.
Consideró que habrá mucha más acción de parte de Estados Unidos respecto a las decisiones del gobierno mexicano, a través de arbitrajes de inversión, pero también con cartas como las que ya fueron enviadas, para buscar un cambio en las políticas, por lo que dijo, se reforzará la comunicación y buscarán un viraje en la política energética de México.
AMP