La contingencia que ha provocado la actividad del volcán Popocatépetl en el centro de México ha sido un segundo golpe tras la pandemia del covid-19 para comercios y negocios en Puebla, uno de los afectados por la caída de ceniza junto con Morelos y el Estado de México.
Desde hace una semana, el volcán aumentó su actividad y debido a ello los comerciantes del municipio de Atlixco, en Puebla, señalaron este miércoles que durante estos días viven una especie de segunda pandemia ante el poco movimiento que hay en la localidad.
En un recorrido llevado a cabo por EFE, los comerciante, sobre todo de alimentos, coincidieron en que las ventas han caído entre 50 y 70 por ciento ya que a los negocios "entran muy pocos clientes" y en 5 a 6 horas que tienen abierto logran vender algo.
La actividad del volcán también ha ocasionado que negocios de la región coloquen una especie de cortina plástica transparente para proteger sus productos de la caída de ceniza, para que de esa manera los consumidores sientan confianza al adquirir algún alimento o producto como ropa, artesanías o algún artículo básico.
Negocios vacíos
En el recorrido, EFE pudo constatar que la gente que transita por las calles de Atlixco en su mayoría son habitantes del lugar y pocos turistas.
Ambos van cubiertos tanto en la cabeza como en la mayor parte del cuerpo y caminan con desconfianza.
Lucero Márquez, propietaria de una cafetería, compartió que sus ventas han bajado 70 por ciento desde el domingo que se presentó la caída de ceniza más fuerte, desde que entró en actividad del coloso, y agregó que sus ventas ya venían a la baja desde hace tres semanas, pero ahora la situación ya es insostenible.
"La primera batalla y la más grande es contra la ceniza porque con cualquier ráfaga de viento todo se llena de ceniza y hay que estar limpiando constantemente, y la otra y más grande como negocio son las bajas ventas, nos sentimos otra vez como si estuviéramos en pandemia", comentó.
Refirió que la gente no está saliendo de sus casas y por lo tanto no consume. "Sea mañana, tarde o noche las calles están desiertas y mejor cerramos porque sabemos que ya no entrarán clientes".
En el caso de Josue Ramírez, dueño de un negocio de postres y bebidas preparadas, compartió que sus ventas han bajado por lo menos 50 por ciento en los fines de semana, mientras que de lunes a viernes prácticamente no tiene ningún cliente, esto debido a que el consumo de sus productos es en mesas al aire libre y ahora la gente está buscando espacios para refugiarse.
"Los negocios pequeños que dependemos solo de las mesas que tenemos fuera de nuestros locales no tenemos ventas por las afectaciones que provoca la ceniza. Hay restaurantes que tienen montados sus espacios afuera pero realmente atienden a sus clientes adentro, a todos nos ha afectado demasiado", indicó.
Turistas sin información
Antonio Villa, turista originario de la ciudad de Guadalajara, en Jalisco, compartió que sus vacaciones se han visto arruinadas ante la caída de ceniza ya que arribaron al municipio de Atlixco el fin de semana y el domingo que cayó la mayor cantidad de ceniza no pudieron salir ni tener actividades.
Además, dijo tener "miedo ya qué hay poca información sobre qué hacer en caso de emergencia".
"Nos preocupa el hecho de que vaya a hacer una erupción del volcán y tengamos que regresar porque no sabemos cómo actuar en una situación de estas, porque no hay información clara", señaló.
El martes, el Ejército mexicano cumplió una jornada de labores para intentar mitigar la principal afectación que es la caía de ceniza volcánica y de esa manera auxiliar a la población de las comunidades aledañas al volcán Popocatépetl.
Una de las más afectadas ha sido la comunidad de Santiago Xalinzintla, en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, el más cercano al activo coloso, a tan solo 12 kilómetros.
Durante la última semana, el volcán ha expulsado material incandescente, vapor y ceniza, la cual ha llegado a los municipios de Puebla, Hidalgo y Estado de México, en el centro del país.
Las autoridades mexicanas analizan a diario la actividad del Popocatépetl desde que en 1994 se inició su actual fase eruptiva.
AMP