Las medidas para contener la propagación del covid-19 implementadas en los países donde opera Cemex propició que la compañía ponga en stand by su objetivo de reducir la deuda y recuperar el grado de inversión.
La cementera estimaba reducir deuda en tres mil 500 millones de dólares entre 2019-2020.
“Dadas las condiciones difíciles no se espera reducir la deuda como se planteó originalmente”, dijo Fernando González Olivieri, director general de Cemex, durante la conferencia con analistas e inversionistas para comentar los resultados financieros del primer trimestre del año.
La empresa anunció que reducirá de forma voluntaria un porcentaje de sus empleados en varios niveles de la compañía; reducción de inversión en activo fijo por 400 millones de dólares; ajustes de niveles de producción en inventarios según la demanda; dispusieron de mil 445 millones de dólares en líneas de crédito revolventes; no se pagará el dividendo programado para este año; suspensión del programa de recompra de acciones.
Comentó que se envió una solicitud para enmendar las razones de apalancamiento y cobertura bajo contrato de crédito, con la finalidad de ampliar el margen de cumplimiento, se espera una respuesta el próximo 26 de mayo.
Alik García, analista de Intercam, escribió en un reporte: “Pensamos que sus niveles de apalancamiento irán en ascenso, repercutiendo muy probablemente en sus calificaciones crediticias. A pesar de esta situación, no vemos problemas de solvencia y esperaríamos estabilidad en las operaciones para los próximos años”.
En cuanto al programa de ventas de activos, es probable que éste se congele.
Analistas de Ve por Más mencionaron que la compañía esperaría que se anuncien paquetes de infraestructura adicionales que impulsen la industria y en cuanto a la meta de recuperar el grado de inversión es complicado.
Detalló que así quedó latente cuando en marzo la calificadora Fitch Ratings cambió la perspectiva de la calificación de Cemex de estable a negativa, debido a las condiciones mundiales.
Resultados
Los ingresos de Cemex se vieron afectados por la disminución en las ventas de América Central, Sur y del Caribe; además de Europa y México de 12.7, 5.0 y 3.0 por ciento, respectivamente.