David y Griselda, de 11 y 10 años respectivamente, ahora en su futuro tienen la meta de estudiar, ella quiere ser enfermera para ayudar a los adultos mayores y a él le gusta la construcción.
Hace unos cuatro años, ambos menores solo pensaban en trabajar para ayudar a sus familias, pero eso cambió por las restricciones que el T-MEC implementó en las exportaciones, dejando sin esa presión a más de 2 mil 500 niños y niñas de Veracruz y Oaxaca, según datos de World Visión.
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De acuerdo con el capítulo 23 del acuerdo de libre comercio, Estados Unidos puede prohibir la entrada a su territorio a la mercancía que sea producida con trabajo forzado o infantil.
"La abolición efectiva del trabajo infantil, la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y otras protecciones laborales para niños y menores", dice el apartado C de dicho artículo, que obliga a los firmantes a realizar acciones para abolir el trabajo de menores.
Las exportaciones a Estados Unidos son muy importantes para la economía del país, por ejemplo solo al cierre de 2022 el intercambio comercial agroalimentario entre ambos países sumó 73 mil 137 millones de dólares, lo que representó un incremento de 8 mil 467 millones de dólares, 13 por ciento más en comparación con el año previo, según datos de la Secretaría de Agricultura.
Es por eso que desde hace años, diversas organizaciones civiles con ayuda de los gobiernos de ambos países optaron por adentrarse en las comunidades de las zonas agrícolas de México para terminar con este tipo de prácticas.
Una de ellas es la asociación civil World Visión que desde hace cuatro años ayuda a comunidades con este problema en México a través del programa Sembrando Vida, en el que con el apoyo del Departamento de Trabajo de Estados Unidos y una inversión de 11 millones de dólares esperan hacer un cambio.
Su trabajo en El Porvenir, en Zongolica, Veracruz, inició a través de pláticas con las autoridades tanto estatales como de la comunidad, así como la sociedad y los educadores para que se entienda que esta práctica que estaba normalizada no es correcta, pero también ayudar a los niños a desarrollarse a través de bibliotecas comunitarias y murales.
"Este es un acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y México para prevenir el trabajo infantil y mejorar las condiciones de trabajo en la agricultura (...) en estos proyectos estamos integrando un modelo integral que incluye el trabajo con las comunidades dentro y fuera de las escuelas ", expresó Oscar Castillo, director del programa.
Según palabras de Castillo, este trabajo consiste en concientizar sobre estas problemáticas para que la misma comunidad promueva acciones y acompañamiento para erradicar el trabajo infantil, donde el rol del gobierno es asegurar el derecho a la educación y la protección de los menores y el del sector privado es el conocer la normativa y establecer mecanismos para que no haya niñas y niños en los campos.
Pero, según datos de Save of the Children, en los campos mexicanos aún hay más de 700 mil menores trabajando, por lo que piden que sigan este tipo de acciones para apoyar a los menores.
AMP