El déficit público de 4.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que es el máximo que se tiene registro desde 1990, ha generado preocupación, afirmó el Grupo Financiero BBVA, esto a pesar de la proyección positiva para el crecimiento económico del país.
En un reporte emitido por el banco se indicó que resulta preocupante que el paquete económico contemple un recorte de 55.8 por ciento en el gasto real de salud, dado que el sistema de salubridad pública tiene muchas deficiencias, “habrá una enorme presión de gasto en salud sobre la siguiente administración pública federal”.
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“Ante la fragilidad prevista para las finanzas públicas en los próximos años, será necesario que el siguiente gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios” detalló la institución financiera.
Explicó que para el próximo año habrá una política fiscal en la que el gobierno podrá aumentar impuestos o disminuir gastos en épocas recesivas (procíclica), así como disminuir los impuestos o incrementar gastos en épocas expansivas, lo que irá en detrimento de la trayectoria de la deuda pública.
Señaló que en caso de aplicar una política fiscal contracíclica, que tiene como objetivo suavizar las variaciones propias de las economías de mercado, promovería una mayor estabilidad de la deuda pública en el PIB y lo que puede dar mayor margen de maniobra en el futuro en caso de una recesión o una caída significativa en los precios del petróleo.
“La estrategia que propone resulta poco creíble dado que en sus proyecciones, el gasto de operación, el de capital y el no programable se reducirán en 1.3, 1.1 y 0.6 puntos porcentuales, respectivamente, entre el próximo año y 2025”, comentó.
Explicó que lo anterior haría posible que los requerimientos financieros del sector público se ubicaran en menos 2.6 por ciento del PIB en dos años, además de que no parece sostenible para las finanzas de un país que recaude 14.4 por ciento del parámetro antes mencionado, que el gasto en desarrollo social sea 12.8 por ciento.
Sin embargo, con base en cálculos del banco, señalaron que sería necesario que los Rfsp fueran aproximadamente por debajo de 3.5 por ciento del PIB en 2024 para mantener el saldo histórico de estos requerimientos en 46.5 por ciento.
"Este saldo también podría mantenerse con los Rfsp en un nivel de menos 5.4 por ciento del PIB, previsto por Hacienda ) si el crecimiento económico fuera 7.8 por ciento el próximo año, un escenario que consideramos muy poco probable”, comentó.
Ante el panorama anterior, informó que esto reduce el margen de maniobra para gastar en otros rubros del gasto del gobierno federal.
srgs