En 2003, tras 15 años de hacer vino sin interés comercial, Casa Magoni decidió lanzar su primera línea. Hoy, la productora mexicana quiere conquistar el paladar europeo con su caldo, reveló en entrevista con MILENIO, Camillo Magoni, fundador de la empresa.
“El mercado más cercano y casi natural es el norteamericano, pero hemos exportado a Australia, acabamos de abrir Guatemala y estamos en pláticas para abrir algunos mercados en el norte de Europa”, dijo el también enólogo.
Magoni añadió que la temporada navideña representa cerca de 40 por ciento de las ventas anuales de la industria, por lo que uno de los principales objetivos de los fabricantes es la creación de un consumo sostenido durante el año.
Recientemente, la Cámara de Comercio Italiana entregó a Magoni el premio Italia México en la categoría de trayectoria, principalmente por ser uno de los fundadores de grandes proyectos vinícolas en el país, específicamente en el Valle de Guadalupe, Baja California.
“Tengo de 54 años en la industria vitivinícola de México y lo único que he hecho es cumplir con mi responsabilidad. Me tocó vivir varias etapas de desarrollo: un crecimiento importante en la década de los 70; la caída de los productos mexicanos tras la entrada de los vinos importados sin ninguna restricción por la puesta en vigor del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles de Aduana y Comercio), que prácticamente destronó el mercado mexicano, y ahora el resurgimiento viene con el boom de la gastronomía ligada a la bebida”, dijo.
Sostuvo que a partir de 2019 la industria en general entrará en una etapa de consolidación, misma que requiere una revitalización a través de un enfoque hacia otros mercados, no solo al consumo local. Añadió que existe gran interés a escala internacional en el caldo mexicano y que es preciso que se aprovechen estas oportunidades de crecimiento.
A enamorar a nacionales
Aunque busca llegar a otros mercado, Magoni sabe que es necesaria una “reconquista” de los consumidores nacionales, pues más de 70 por ciento de la compra de vino en el país es de productos importados, lo que significa que las empresas nacionales deben apostar por tener bebidas con precios competitivos. Para eso, dijo, deben invertir en el campo, en capacitación y en tecnología.