El secretario de la Cámara Nacional de Producción de Masa y Tortilla en Hidalgo, Martín Martínez Destunis, indicó que continúan en alianza con los productores del país para continuar solicitando al gobierno federal que se venda el maíz almacenado en bodega de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) con el fin de mantener el precio de la tortilla.
Y es que, en este contexto, aseguró que el precio del gas, del maíz y la harina se han incrementado de forma considerable, lo que mantiene al sector en una situación complicada.
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“La semana pasada hubo una toma simbólica de las oficinas de la Segalmex, en la Ciudad de México, con el fin de denunciar que en las bodegas que se tienen en Guerrero se están echando a perder el maíz que tienen almacenado y que se nos venda para poder aprovecharlo y se nivele con ello el precio del maíz, a través de sus excedentes.
“En Hidalgo el precio de la tortilla continúa a 17 pesos pero todo ha subido: la harina en 20 por ciento, el maíz y el gas en 40 por ciento, son precios criminales, lo que nos preocupa a los industriales y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) comenta que no va a permitir que se incremente el precio”, expuso.
En esta línea, y en defensa de la industria, señaló que los productores están luchando porque el precio de la tortilla se mantenga estable, pero no se han desarrollado políticas públicas que beneficien al gremio.
“Es un producto que consumen los que menos tienen y nosotros queremos apoyo y no estamos pidiendo subsidios, sino que no tenga almacenamiento en exceso y echándose a perder, pero vemos que no ha habido sensibilidad ante el problema y lo manejan como si se tratara de cualquier producto.
“Además de que, por aumentar el precio nos señalan que habrá sanciones, a pesar de que la ley menciona que es mercado libre y la Profeco solo nos puede sancionar por la cuestión de la calibración de las básculas y por no tener el precio del kilo de tortilla a la vista”, mencionó.
Expuso que el 97 por ciento de los empresarios mantienen sus básculas calibradas, así como la exhibición del precio del producto a la vista del consumidor y que, por desgracia, un tres por ciento no ha cumplido con estas obligaciones y han sido sancionados “y estamos de acuerdo en que haya sanciones, porque no es legal lo que hacen, pero no tendrían por qué sancionarnos si incrementa el precio de la tortilla”, refutó.
Finalmente, remarcó que los productores son los primeros en no querer incrementar el precio de la tortilla, por lo que seguirán buscando apoyos para poder lograr que el gobierno federal les venda este excedente, que podría hablarse de miles de toneladas de maíz.