La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) requerirá a Ticketmaster información sobre sus políticas en contra de la reventa, luego de la viralización de una usuaria en redes sociales para la venta de más de 100 boletos para el Corona Capital.
La compañía de venta de boletos rechazó tener relación alguna con la venta de boletos por parte de influencers, una acción que fue señalada “por usuarios de redes sociales.
“Ticketmaster México no conoce ni tienen relación alguna con Miroslava Valdovinos (@CigarrosDeMiel) y rechaza toda participación en el uso indebido de boletos de esta o cualquier otra persona”, expuso la empresa en un comunicado difundido a través de sus redes sociales.
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A través de Twitter, la usuaria manifestó que había realizado la venta de 108 boletos para el Corona Capital; en su mensaje, indicó que esto no se trataba de una reventa y que el festival era el que le había proporcionado los boletos, lo que la empresa rechazó.
Los precios que ofrecía la usuaria iban desde los 3 mil 690 pesos hasta los 9 mil 800 pesos; la usuaria dio de baja su cuenta.
“Ticketmaster México no facilita ni apoya la reventa, que es ilegal. Estamos investigando y evaluando las acciones para que la autoridad determine y en su caso, sancione estas conductas”, aseguró la empresa.
La empresa sostiene que cuenta con políticas para combatir la reventa, como limitar el número de boletos vendidos por persona.
“Sin embargo, el hecho de que haya personas con más de un centenar de boletos para reventa pone en duda la aplicación de dichas políticas, por lo que esta procuraduría requerirá a dicho proveedor, una explicación de sus políticas contra la reventa y los resultados de las investigaciones y acciones que sobre el caso particular, haya obtenido y llevado a cabo”, expuso la dependencia que dirige Ricardo Sheffield.
Conforme al artículo 8 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), la procuraduría únicamente puede verificar que se respeten los precios máximos establecidos en términos de la Ley Federal de Competencia Económica, así como los precios y tarifas que conforme a lo dispuesto por otras disposiciones sean determinados por las autoridades competentes. Asimismo, puede intervenir para vigilar que no se viole lo previsto en el artículo 10 Bis de la LFPC, que determina que los proveedores no podrán incrementar injustificadamente precios por fenómenos naturales, meteorológicos o contingencias sanitarias.
Los boletos para conciertos no están sujetos a dichas regulaciones, por lo que no tienen un precio controlado.
Profeco únicamente puede conocer de quejas respecto a incumplimientos de proveedores, los cuales son definidos por la LFPC como la persona física o moral en términos del Código Civil Federal, que habitual o periódicamente ofrece, distribuye, vende, arrienda o concede el uso o disfrute de bienes, productos y servicios.
“Profeco puede intervenir cuando el proveedor incumpla con los precios exhibidos, ya que conforme al artículo 25 Bis de la LFPC, ello se trata de una conducta o práctica comercial abusiva. Asimismo, por no respetar los términos y condiciones, así como los precios y fechas ofrecidos; por cancelar unilateralmente la compra; por negarse a emitir los boletos; por negar el acceso al evento sin causa justificada; por realizar cargos no solicitados ni autorizados por el consumidor; por cancelar el evento y negarse al reembolso del precio pagado; por no respetar las ofertas o promociones, o cualquier otro incumplimiento a las obligaciones que la ley le impone al proveedor”, indicó.
Ante situaciones entre particulares y el vendedor la procuraduría recomendó realizar denuncias ante la Policía Cibernética.
Problema general
La situación; sin embargo, no es exclusiva del mercado mexicano. El informe Obstructed ViewWhat’s Blocking New Yorkers from Getting Tickets, de la Fiscalía General del Estado de Nueva York afirma que la emisión de boletos es un juego fijo.
El documento coma como ejemplo el 8 de diciembre de 2014, cuando salieron a la venta las entradas para la gira de U2, y en la que un solo comprador adquirió mil 12 boletos para el Madison Square en un solo minuto, pese a la advertencia de un límite de cuatro entradas por persona. Este señala que al cierre del día, este y otro comprador acumularon más de 15 mil entradas para los conciertos de la banda en Norteamérica.
Además, indica que las reventas tienden a tener entradas con márgenes que superan hasta un mil por ciento del valor nominal.
Entre los hallazgos, indica que las problemáticas que inciden en una menor posibilidad para el público en general contemplan las reservas y preventas; así, estimó que más de la mitad de los boletos disponibles se retienen para eventos de preventa o públicos específicos.
En tanto, indicó que para asegurarse de tener un volumen de boletos importantes, los revendedores hacen uso de “Ticket Bots” para comprar boletos a una alta velocidad.
Según una investigación del New York Times, Ticketmaster estima que 60 por ciento de sus entradas más esperadas para espectáculos son compradas por bots.
“Nuestra investigación confirma que al menos decenas de miles de boletos por año son siendo adquirido usando este software ilegal. Luego, los corredores aumentan el precio de esos boletos, en un promedio estimado de 49 por ciento, pero a veces en más del mil por ciento, lo que genera ganancias fáciles. En al menos una circunstancia, se revendió un boleto en 7 mil por ciento del valor nominal”, indica.
Adicionalmente, algunos revendedores comercializan "boletos especulativos", que significa que venden boletos que no tienen pero esperan poder comprar después de asegurar un comprador.
La dependencia sugiere poner además poner atención en las “tarifas de servicio” que según los consumidores, tienden a ser poco claras e irrazonables. En promedio, indica que en los lugares de Nueva York los vendedores cobran tarifas en 21 por ciento de los valores nominales.
“La industria debe proporcionar una mayor transparencia en la asignación de boletos, para aumentar rendición de cuentas y permitir que el público tome decisiones informadas. Los promotores de eventos, que conocen el número de asientos reservados, deben proporcionar esa información a los vendedores de boletos, como Ticketmaster, para poner a disposición del público. Además, siempre que los vendedores de entradas afirmen que se hacen cumplir los límites de boletos, deben hacer cumplirlos, si dichos límites no se aplican realmente, los proveedores de boletos deben dejarlo claro”, sostiene.
MRA