Como adelantó MILENIO, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) encontró productos de chorizo que en su etiquetado declaran estar elaborados de carne de cerdo o pavo, pero también contienen soya, sin precisar cantidad o porcentaje de esta oleaginosa.
De acuerdo con su estudio publicado este martes en la Revista del Consumidor de junio de 2024, la denominación del producto debe corresponder con sus características, composición o naturaleza y no debe inducir a error o engaño.
Profeco analiza chorizos del mercado
El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor analizó 49 marcas de chorizo que se comercializan en México; detalló que se asume que un chorizo denominado “de cerdo” o “de pavo” es elaborado con la carne que indica, pero los siguientes productos que se denominan de esta forma también contienen soya:
- CHATA, chorizo de champiñón molido con mezcla de chiles de 200 gm.
- CHATA BICENTENARIO, chorizo de cerdo de 215 gm.
- CHATA RANCHERO, chorizo de cerdo 215 gm.
- CHATA RICO, chorizo de cerdo 180 gm.
- CHIMEX, chorizo de cerdo casero de 200 gm.
- FUD, chorizo de pavo de 200 gm.
- LALA MAESTROS PARRILLEROS, chorizo de cerdo para asar de 400 gm.
- PARMA SABORI, chorizo de pavo de 200 gm.
- ZWAN, chorizo de cerdo cantimpalo de 400 gm.
Este análisis incluyó 13 chorizos madurados de cerdo y 32 frescos; además, la Profeco detalló que un producto denominado “chorizo con cerdo” o “chorizo con pavo” deberá señalar en sus ingredientes el porcentaje de cerdo o pavo que contiene.
Hizo notar que en México no existe ninguna norma específica para el chorizo; por consecuencia, la denominación o el tipo de carne o de ingredientes no cárnicos con los cuales se puede elaborar este embutido, no están regulados.
Por otro lado, en el estudio se encontraron productos que declaran menos calorías de las que contienen, al igual que de sal y grasas, con lo que incumplen la norma; tal es el caso de la marca Parma Chorizo Sarta, de 250 gm, declara mil mg de sodio pero en realidad contiene mil 588 mg / 100 g.
¿Es o no es chorizo?
La Profeco detalló que esto es importante ya que el consumo de sodio recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 2 mil miligramos al día; las siguientes marcas también resultaron con más sal de la que declaran:
- CONDE DE LUNA, chorizo argentino de 320 gm, contienen 800 mg/100 gm y declara 564 mg/100 gm.
- CONDE DE LUNA, chorizo semimaduro de 300 gm, declara 650 mg/100 gm y contiene 777 mg/100 gm.
- CHATA, chorizo de champiñón molido con mezcla de chiles de 200 gm declara 332 mg/100 gm y contiene 498 mg/100 gm.
- OBERTAL, chorizo ranchero de 550 gm contiene 860 mg/100 y declara 730 mg/100 gm.
- ZWAN, chorizo de cerdo cantimpalo de 400 gm contiene 840 mg/100 gm y declara 738 mg/100 gm.
Las pruebas de la Profeco también consistieron, entre otras, en comprobar que incluyera el etiquetado de forma clara, legible y en español, de acuerdo con la norma oficial de etiquetado vigente, la NOM-051-SCFI/SSA1-2010; además, se verificó el contenido energético, de grasa, sodio, carbohidratos y proteína, y contenido neto.
Las marcas no veraces en su contenido neto fueron:
- EXTRA SPECIAL, chorizo de cerdo tipo argentino, declara 380 gm de contenido neto pero contiene 346.42 gm.
- FUD, chorizo de cerdo, declara 200 gm y contiene 187.37 gm.
- LALA PLENIA, chorizo de cerdo, declara 200 gm y contiene 185 gm.
- CHATA RANCHERO, chorizo de cerdo, declara 215 gm y contiene 203.77 gm.
- CHATA BICENTENARIO, chorizo de cerdo, declara 215 gm y contiene 203.05 gm.
- PARMA SABORI, chorizo de soya vegetariano 400 gm, contiene 359.61 gm.
- PEÑARANDA, chorizo Salamanca 100 gm, contiene 95.29 gm.
La Profeco recomendó que, a la hora de elegir el chorizo de su preferencia, se revisen ingredientes y precio, pues será proporcional al contenido de carne y al proceso de elaboración, como es el caso de los chorizos de cerdo y grasa de cerdo.
Del mismo modo, sugiere cocer bien el tipo de chorizo elegido, guardarlo en el refrigerador, regular su consumo y no consumirlo con fecha caducada y si el envase está inflado o en mal estado; los resultados pueden ser consultados en la Revista del Consumidor correspondiente a junio.
EDD