A diferencia de los últimos dos años hace apenas una semana comenzó la publicación de las bases para licitaciones públicas nacionales y los presupuestos participativos entre el Estado y los municipios, que permiten la contratación de Obra Pública en todo el país.
"En los últimos dos años el tema ha estado desfasado y disperso, han sido muy pocas más licitaciones. Con el tema de covid-19 se pararon los presupuestos y no hubo licitaciones porque, se supone, todo se canalizó a hacer frente a la pandemia", detalló Adolfo Castillo Huanaco, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC) en el Estado de México.
Normalmente -dijo- en obra pública el primer bloque de licitaciones se da en marzo y el segundo entre julio, agosto y septiembre, sin embargo, este año apenas han iniciado las primeras obras a nivel nacional. "Deben sacar los presupuestos participativos para poder licitar las obras, ahorita por el tema de campaña lo están acelerando".
Desde el año pasado -recordó- se han licitado de manera directa los proyectos primarios del gobierno federal, donde no solo el Ejército ha entrado a las obras sino también los grandes consorcios confirmados por empresas medianas, especialmente, por el tema de capital y financiamiento, lo cual deja fuera de competencia a las micro y pequeñas constructoras. Aunado a que las condiciones electorales del momento dificultan la recuperación económica del sector.
"No hay oportunidad para que una pyme pueda competir en las licitaciones que hacen, precisamente, por eso prácticamente se están generando las adjudicaciones en todos los rubros: obra civil, edificación, obras hidráulicas, entre otras, tanto en los municipios como en los estados".
Pese a esto -refirió- muchas empresas están participando y aunque lo hagan no son susceptibles de recibir la asignación o ganar, sobre todo, porque hay muchos intereses y dinero de por medio.
En el caso de aquellas constructoras que se dedican al desarrollo de obra privada -mencionó- han tenido mejores condiciones de poder acceder al financiamiento o realizar alianzas para incrementar su capital de trabajo, sin embargo, aquellas que dependen de la ejecución de obra pública no han tenido la misma suerte.
"Sigue la incertidumbre, cada vez menos mipymes y pymes se han podido mantener con algo de trabajo, sobre todo, en el ámbito público; en el privado han logrado con sus propios recursos y vías de financiamiento, hipotecas, la banca tradicional para trabajar en temas de desarrollo de vivienda".
Por último, Castillo Huanaco recordó que 2020 fue un año por demás complejo al detenerse los presupuestos para atender las condiciones sanitarias, lo que ha retrasado la oportunidad que se tiene de recuperar financieramente y en empleos al sector.
KVS